Por Daniel de Jesús Granados Rivera Maestro Formador de Formadores IE Escuela Normal Superior Amagá
Como es conocido por todos, ya son casi seis meses que nuestros estudiantes están con trabajo en casa, hecho que ha permitido en el colectivo docente de las instituciones educativas mirar el contexto escolar más allá del espacio físico que concentra niños, niñas, jóvenes y adultos en los distintos niveles que ofrece nuestro sistema educativo: preescolar, básica primaria, básica secundaria, educación media y programa de formación complementaria, en el caso de las escuelas normales superiores.
En este proceso de asimilación de los nuevos retos que nos plantea el currículo escolar, hemos dejado un poco la tradición y los paradigmas instaurados de un modelo pedagógico o más bien, tendencias educativas que corresponden a un modelo económico propiamente dicho.
En tanto, las diferentes instituciones educativas de carácter oficial o privado hacen esfuerzos para llevar y difundir el currículo escolar a las familias, y de esta manera flexibilizar los contenidos, temas, ámbitos conceptuales para el logro del desarrollo de competencias en cada grado.
Por ejemplo, en el municipio de Amagá las primeras clases se orientaron con temáticas acerca de la pandemia Covid-19, competencias ciudadanas y Cátedra de la Paz. Además a las instituciones rurales se les envió por parte de la Secretaría de Educación departamental cartillas en las áreas de matemáticas, lengua castellana y pensamiento crítico.
Desde el Ministerio de Educación Nacional se propone la alternancia como una alternativa para regresar progresivamente a las aulas de clase.
Luego cada institución, con la aprobación de los consejos directivos, dio inicio al trabajo en casa a través de plataformas virtuales, correos electrónicos, llamadas telefónicas y WhatsApp, prácticas que antes de la pandemia eran utilizadas por unos pocos actores educativos y que hoy son valoradas positivamente por algunos, aunque, en contraste asumidas por otros con mucha dificultad por la mala conectividad, la ausencia de computadores, celulares o telefonía tradicional.
Los maestros también asistimos a reuniones y conversatorios en plataformas digitales
y hemos tenido que comprar nuevos celulares y otros equipos para dar cumplimiento a nuestro oficio de ser maestros, aunque nos preguntamos quién nos responderá por los gastos en casa en términos de compra de datos, agua, luz eléctrica y factura de internet.
Desde el Ministerio de Educación Nacional se propone la alternancia como una alternativa para regresar progresivamente a las aulas de clase, hecho que hace evidente la falta de responsabilidad del Estado, pues delega la responsabilidad a los entes territoriales o departamentos, quienes a su vez delegan la función a las alcaldías municipales, y de la misma manera pasan la pelotica a las instituciones educativas para que los rectores asuman la decisión, y como es un ejercicio complejo, los rectores preguntan a los padres de familia y estudiantes; unos dicen que están de acuerdo con la alternancia y otros no.
Unas familias argumentan no estar de acuerdo por el riesgo para la salud de sus hijos, y otras por sus trabajos y ocupaciones ya no quieren saber más del trabajo en casa.
Es una realidad que en nuestro contexto local hay familias que no cuentan con las condiciones básicas de alimentación; dejan de comer por comprar datos y enviar los talleres, aunque también los pueden entregar de forma física. A unas familias les preocupa la pérdida del año escolar, y a otras que sus hijos se enfermen y pongan en riesgo la vida de todos.
Observemos la fotografía del inicio, esta familia es de la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander, vinieron en busca de trabajo aquí en el Suroeste de Antioquia para la cosecha de café que tanto han difundido, pero por tener estos dos niños no fue posible, dice la madre de familia cuando hace un alto en la lectura a su hijo en plena calle. El niño estaba cursando primero y la niña el grado tercero. El papá sigue concentrado resolviendo sumas y restas con su hija…
Es hora de reflexionar acerca de las funciones del Estado, de la familia y de la sociedad frente a los procesos de formación de los niños, niñas, jóvenes y adultos.
Opiniones sobre el regreso a las instituciones educativas
“No estoy de acuerdo con la posibilidad de la alternancia porque no se cuenta con los requerimientos de bioseguridad y la cultura de cuidado de las familias para enfrentar esta situación, además la infraestructura institucional no tiene los requisitos mínimos
para regresar este año”. Lucelly Zapata desde Pueblorrico.
“No estoy de acuerdo, aunque siento la necesidad de interactuar con los niños, lamentablemente la institución no tiene la logística necesaria, entonces no podemos jugar con la salud y el bienestar de los infantes, y nuestra cultura no está preparada para esta situación”. Biviana Osorio desde Amagá.
“Pienso que es un momento donde nos debemos cuidar mucho. Las instituciones educativas no cuentan con los protocolos básicos para la interacción social”. Ángela Rueda desde Urrao.
“No estoy de acuerdo porque las escuelas no cuentan con las condiciones necesarias: agua potable, unidades sanitarias y adecuaciones para cuidarnos”. Astrid desde Andes.
“No estoy de acuerdo con la alternancia, estamos en riesgo de contagio y en especial los niños que son asintomáticos, lo que podría generar más problemas de salubridad. A los niños les cuesta cumplir con en el distanciamiento social”. Edison desde Fredonia.
“El proceso formativo de los estudiantes requiere de un gran compromiso y responsabilidad, en tiempos de pandemia los maestros siguen adquiriendo nuevas competencias para la orientación del proceso de aprendizaje y formativo de los estudiantes. El regreso de estudiantes a clase con la metodología de alternancia es un riesgo para la comunidad educativa; si se contagia un estudiante, este contagia a los compañeros y a sus familias. No estoy de acuerdo con el regreso de los estudiantes a clase mientras el virus Covid-19 continúe activo, esto sería un riesgo para todos”. Flor Ángela Urrego, rectora Normal Superior Amagá.
¿Es posible regresar a las clases presenciales? ¿Están dadas las condiciones para proteger la salud de todos los actores educativos?
Por Daniel de Jesús Granados Rivera
Maestro Formador de Formadores
IE Escuela Normal Superior Amagá