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Por Rubén Darío González Zapata
Nacido en la vereda La Lindaja
Corregimiento Alfonso López (San Gregorio)
Ciudad Bolívar

Reseña

Título:                   Camilo Torres, el cura guerrillero

Autor:                  Walter J. Broderick

Género:               Biografía

Editorial:              Ediciones Grijalbo S.A. 1977

Terminaban los primeros 20 años del siglo XX y con ellos también el período de la Hegemonía Conservadora que alcanzó, según los historiadores, un lapso aproximado de tiempo de 44 años, durante el cual gobernó el Partido Conservador. El Partido Liberal regresaba ahora al poder de la mano del presidente Enrique Olaya Herrera, al que le sucedió Alfonso López Pumarejo. Una incipiente industrialización, cuyos orígenes se remontan a comienzos del siglo XX, seguía consolidándose y con ella una — también muy incipiente — clase obrera con conciencia de su poder y sus derechos, que buscaba en el sindicalismo – el que empezó a ser oficialmente reconocido y respaldado por el gobierno de López Pumarejo — y en otras formas de organización popular, una mejor calidad de vida y mayor justicia social, alentada a su vez por la corriente internacional de un socialismo que había venido tomando fuerza inusitada y cada vez más radical desde el momento en el que la Rusia, zarista y feudal, había quedado definitivamente relegada al pasado para dar paso al primer país del mundo en adoptar un modelo económico comunista, acorde con los postulados filosóficos de Karl Marx, con el nombre de Unión Soviética. Hacía apenas cosa de unos pocos años había ocurrido las Masacre de Las Bananeras y sus efectos políticos, laborales y económicos, estaban aún frescos en la memoria de todos los trabajadores del país. Fueron momentos también en los que se empezó a fraguar una nueva forma de confrontación social en Colombia, cuya caracterización definitiva se vendría a configurar a partir de finales de los años 40 y a lo largo de los 50, con el discurso arrollador de Jorge Eliécer Gaitán. Una confrontación que ya no será entre liberales y conservadores sino entre una clase popular hambrienta de justicia social y una clase económica, política (y eclesiástica) dominante que se aferra nerviosamente, cada vez con mayor desespero, a su pasado y a sus privilegios.

Es dentro de este clima social que se da el nacimiento de Jorge Camilo (o, simplemente, Camilo) Torres, el 3 de febrero de 1929, de cuyo semblante, vida y obra se ocupa este libro, a través del cual el autor pone en manos de quien esté interesado por conocer a fondo la etapa de la historia de Colombia que va de los años 30 a los 60 del siglo pasado todo un cúmulo de información y de material de consulta de gran utilidad; una obra que nos permite presenciar en primera fila los acontecimientos más cruciales y decisivos sucedidos a lo largo de los escasos 37 años que duró la vida de nuestro personaje y  que marcaron, para mal o para bien, la Colombia de finales del siglo XX y lo que va corrido del siglo XXI. De esta manera, a medida que se avanza en su lectura, el lector es testigo privilegiado de la sucesión de hechos cuyas consecuencias seguimos viviendo hoy día, tales como el asesinato del Jorge Eliécer Gaitán, con la confrontación partidista que de ello se derivó y que luego se conoció con el nombre de La Violencia, la que teóricamente terminó en 1953; para continuar luego con otro hecho que, a la larga, sería determinante en la vida personal de Camilo: el nacimiento de las dos guerrillas más antiguas de Colombia: las Farc y el ELN. Sucederían después otros hechos de gran trascendencia para el país: el Pacto de Stiges (1957), del cual surgió el Frente Nacional. También en la Iglesia Católica ,años más tarde, un movimiento de renovación católica que se esforzaba por encontrar nuevas estrategias de evangelización cristiana, denominado la Teología de la Liberación, empezó a tomar forma y fuerza, una especie de rebelión (si se le puede llamar así) de clérigos, generalmente jóvenes e intelectualmente de avanzada en América Latina, contra las jerarquías de una institución eclesiástica que vivía de espaldas a las realidades sociales y a las necesidades y sufrimientos de las clases menos favorecidas; quienes promovían este movimiento creían que entre el trabajo pastoral de la Iglesia y la praxis (o práctica) del Marxismo existían puntos de convergencia en lo que a la lucha por sacar a las poblaciones marginadas de su pobreza y atraso hacía referencia, algo que para esas instituciones era una auténtica herejía, un sapo imposible de ser tragado. Un fenómeno que, igualmente, resultó ser crucial para la vida de Camilo Torres.

De la mano de este libro, por consiguiente, el hace un recorrido por la ruta de la vida de un Camilo Torres que, nacido dentro de una familia de clase privilegiada de Bogotá, termina optando por la vida sacerdotal dentro de la cual se despierta su interés por los problemas de las clases sociales empobrecidas y marginadas, pero con una visión acorde con los postulados de la nueva visión de la acción pastoral aportada por la Teología de la Liberación, que lo llevaría a enfrentarse con la jerarquía eclesiástica y, finalmente, a vincularse a la guerrilla del recién creado ELN, dentro de la cual encontró la muerte en el mes de febrero de 1966.

¿Qué hubiera pasado si la sociedad colombiana de tiempos de Camilo Torres hubiera tomado en serio sus postulados sociales?

¿Qué concluir de la lectura de este libro? La mía — mi conclusión — es clara: el final trágico del fenómeno Camilo Torres es una muestra de la incapacidad de nuestra sociedad para interpretar y aprovechar lo que podríamos llamar los “signos de los tiempos”. En efecto, la vida de Camilo, con todo lo que ésta conllevó de aciertos, errores, éxitos y fracasos, fue, literalmente, una “voz en el desierto”, desoída por un país cuyo sistema fue incapaz de adivinar en ella, más que una advertencia, una oportunidad para haberle dado a nuestra problemática social un camino de salida que nos pudiera haber llevado, por una ruta pacífica, a la construcción de una sociedad más justa y desarrollada. Al sentir Camilo que sus ideas no solo fueron desoídas, sino que por ellas mismas fue condenado y hasta perseguido, no vio otra salida que la lucha armada, lo cual, en mi concepto, fue también su mayor error.

Me gustaría llamar la atención, finalmente, sobre el valor agregado que este libro le aporta al lector: su abundante y bien comentada bibliografía, lo que facilita a quien desee hacerlo, profundizar ampliamente en los personajes y aspectos de la vida nacional, incluso internacional, que contribuyeron a hacer de Camilo el ser humano que fue y de cuya vida habla aquí el autor.

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Por Rubén Darío González Zapata
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