Casa Tomada, centro cultural de Jardín

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“Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia”. Casa Tomada, Julio Cortázar.


Casa Tomada, la de Jardín, además de guardar los recuerdos de quienes la habitan a diario, guarda también la cultura, el arte, la unión entre amigos: los sueños. Cumplirá en enero del 2021 dos años de haber sido nombrada así: Casa Tomada.

La historia

En el año 2014 o 2015 -el recuerdo es difuso- jóvenes, hombres y mujeres del municipio de Jardín decidieron promover su derecho al arte y la cultura. Se tomaron un lugar para reunirse, explorar sensibilidades, talentos y pasiones. Como el cirujano que opera con firmeza el corazón de un paciente intervinieron la chapa de la puerta y le arrebataron a la muerte una casa deshabitada. Allí fundaron lo que sería un taller de artes para el encuentro.

Distintos procesos sociales del municipio empezaron a habitar la casa: la Mesa Ambiental, grupos de víctimas, teatreros, artistas y jóvenes en general cruzaban a diario
la puerta para desarrollar sus actividades.

La Corporación Cultural de Jardín, una entidad sin ánimo de lucro legalmente constituida y con más de 21 años de existencia, avaló la iniciativa de estos jóvenes, tanto así que los recursos que había reunido para el mantenimiento del Teatro Municipal fueron utilizados en la construcción de una agenda cultural y en la posterior consolidación y fundación de lo que es hoy Casa Tomada.

En 2018 la Administración Municipal decidió retomar el lugar que se había convertido
en un taller de artes y espacio común; la Administración buscaba convertirlo en un
centro de alto rendimiento para deportistas. “En ese momento, cuando nos sacaron
de allí tuvimos varias reuniones con la Administración para buscar la posibilidad de que nos reubicara… teniendo en cuenta que estábamos activos culturalmente, pero no fue posible”, recuerda Manuela Ángel, integrante de Casa Tomada.

Los jóvenes, llenos aún de sueños y esperanza, lograron acordar con la Corporación
Cultural fundar un centro y sede oficial de la entidad. “Decidimos que fuera esta casa
(la Casa Amarilla, el Taller de Artes: Casa Tomada). Esta nueva casa es propiedad del
asilo y es a ellos a quienes les pagamos el arrendamiento”.

Casa Tomada se ha consolidado durante estos dos años como el centro cultural de Jardín. Entre sus líneas de trabajo está la formación en artes y oficios, la circulación y difusión de arte, y el desarrollo de eventos. Todo ello dirigido a niños, niñas, jóvenes y adultos. “Hemos logrado hacer que el espacio sea utilizado por todos. Hemos ampliado nuestra oferta y también nuestra demanda. Cada vez es más la gente que acoge Casa Tomada”, agrega Manuela.

El sostenimiento de lo que es hoy la Casa es fruto de las amistades, de las voluntades y del valor que se le da al arte y a la cultura como agentes transformadores. Profesores de artes plásticas, carpinteros, bailarines, jardineros nutren las actividades que a diario ofrece la Casa Tomada para habitantes y visitantes.

Casa Tomada es grande, amplia, con largos corredores y portones de madera, muy similar a la que describe Cortázar en su cuento. Casa Tomada trasciende su historia, es un espacio que invita a crear con las manos, a tomar con la mente y el alma los procesos artísticos y culturales. Invita a tomarse la palabra, la acción, la esperanza en un futuro cada vez mejor.

Actualmente Casa Tomada tiene en exposición el trabajo del artista jardineño, Carlos Mario Cañaveral. Teniendo como referencia sus obras, Casa Tomada ganó un proyecto del Ministerio de Cultura (una de sus formas de financiación), en su convocatoria Comparte lo que somos. El proyecto ‘Cañaveral: rescate de memoria pictórica en Jardín’ incluyó el desarrollo de un documental, un conversatorio con el artista y una curaduría para la exposición.

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