Por José Fernando Montoya Ortega Editorialista invitado
Vivir la democracia implica reconocerse como ciudadanos en el deber de participar en la construcción permanente del bien común, tomando opciones libres, autónomas e innovadoras, creadoras de valor, para hacer de la participación ciudadana un medio que da sentido superior a la vida.
El proceso electoral demanda de todos nosotros tener claro cuál es la visión de sociedad, cualitativamente mejor que deseamos, y estar dispuestos a elegir personas idóneas para asumir la responsabilidad de servidores públicos, personas que vivan en coherencia con los principios y valores tutelares de la humanidad; que reconozcan que están dispuestas a servir y no a ser servidas; con actitud de aprendizaje y mejoramiento continuo; que tengan presente que sus conciudadanos les demandan ser cultores del liderazgo colaborativo, conjugando el nosotros, para no caer en la esterilizante actitud de la egolatría y el mesianismo.
Ser personas respetuosas de la diversidad y la diferencia de puntos de vista y formas de pensar; que reconozcan que la crítica revela oportunidades de mejora, para mantener la mira en la visión, revisando estrategias y formas de actuar.
El momento que se vive en Colombia, demanda que la relación familia, escuela, Estado, empresa, sociedad, se focalice en la educación para la cultura, como el medio para la transformación cultural del territorio, convocando mediante procesos de concertación y convergencia al saber vivir respetuosamente, saber transformar el conocimiento en clave de innovación y desarrollo, saber trabajar generando valor, y saber trascender en el proyecto de vida personal, familiar y social.
Honrar la obligación de respetar el mandato constitucional y legal, administrando con pulcritud los bienes y recursos públicos; convocando con el ejemplo y oportunas orientaciones al diálogo creador con los conciudadanos, la comunidad laboral de las respectivas administraciones públicas, las diferentes instancias del Estado e instituciones sociales.
Tener presente los Objetivos del Desarrollo Sostenible, ODS, como carta de navegación para diseñar estrategias y ejecutar acciones que redunden en beneficio de la cualificación delas personas y la sociedad en actitud compromiso con la sostenibilidad social, ambiental, económica e institucional.
Editorial de la edición 164.