«Las mujeres reconocemos que la paz se vive desde nuestro ser, nuestra casa, nuestro barrio, nuestro territorio. Soñamos con poder salir a la calle y no ser víctimas de violaciones, de piropos, de miradas malintencionadas… soñamos con un territorio libre de violencias. De igual manera con poder tomar agua limpia y sembrar el alimento sin contaminantes, con producción limpia y respirar aire puro, porque todo ellos hace parte de la verdadera paz que necesitamos».
Emilse se describe como una mujer feminista del Suroeste empoderada y defensora de una vida libre de violencias para las mujeres.Ella es la representante legal de laAsociación Subregional de Mujeres del Suroeste -Asubmus, que surgió en el 2001 ante la necesidad de conocer las problemáticas de las mujeres que habitan en las cuencas de LaSinifaná, Penderisco, San Juan y Cartama. Su objetivo es contribuir al desarrollo de las mujeres con equidad de género, sin violencias y con autonomía.
En un principio Emilse no imaginó que su objetivo de encontrar empleo se iba a convertir en su filosofía de vida: “llegue al trabajo con mujeres buscando cómo generar ingresos y me quedé involucrada en el conocimiento de mi ser, mis derechos, empecé a valorar el saber de la otra, de la construcción conjunta y de la incidencia política”.
Desde ese momento no ha parado en la búsqueda de caminos para acercar a las mujeres al conocimiento de su poder interior y de los caminos que pueden crear para tener una mejor calidad de vida. Actualmente Asubmustrabaja en la consolidación de varios proyectos: “la viabilidad de un punto de venta en el municipio de Jardín con productos elaborados por mujeres, implementación de la Ruta de Atención a Mujeres Víctimas de Violencias Intrafamiliar y Sexual en Venecia, fortalecimiento del Comité de Vigilancia a la Atención a las Violencias en el municipio de Urrao, creación del Comité de Vigilancia de Violencias en Santa Bárbara, acciones públicas por el derecho a un vida libre de violencias, entre otros”.
Y es que según Emilse las principales problemáticas que afectan a las habitantes del Suroeste son la feminización de la pobreza, la inequidad de género, las violencias sexuales, económicas, psicológicas y sociales. Ella cree que este panorama puede ir cambiando -en gran medida- gracias al auge que está tomando la participación de las mujeres en la región: “estamos participando en la creación de los planes de desarrollo, en políticas públicas, en la implementaciones de rutas de atención a mujeres víctimas de violencias y también en el reconocimiento de la otra, de la unión de sentires para lograr transformaciones”.
Sin embargo, Emilse es consciente de que aún falta mucho trecho por recorrer pues ante la pregunta ¿Están las mujeres del Suroeste representadas en todas las administraciones municipales? Ella responde “en pocas”.
