En Andes: Festival Días del Arcoíris Entre el 24 y el 27 de julio, un espacio para reconocer y celebrar la diversidad

El Festival Días del Arcoíris es una estrategia independiente y disidente de paz y convivencia que se ha convertido en una alternativa educativa, artística y cultural para crear espacios de visibilización y sensibilización frente a la diversidad sexual y de género, los derechos humanos y la convivencia pacífica en el municipio de Andes en el Suroeste antioqueño.

Conversamos con Jorge Vázquez, fundador y coordinador artístico del festival Días del Arcoíris.

¿Qué inspiró la creación de “Días del Arcoíris”?

En diciembre de 2019, la comunidad de Andes en el Suroeste de Antioquia, fue sacudida por el brutal asesinato de “Laisa”, una valiente mujer trans y líder comunitaria. Este acto de violencia no sólo conmocionó a la región, sino que también puso de manifiesto la grave falta de protección y reconocimiento de los derechos de la población LGBTIQ+. Reveló un profundo vacío en materia de estrategias para promover la paz y la convivencia, así como una evidente ausencia de espacios seguros y alternativos para fomentar el respeto por la vida y la diversidad en el municipio. Ante la impunidad de este y otros casos, sentimos que debíamos hacer un llamado por el respeto a la vida en todas sus formas y colores y también porque como docentes, artistas y ciudadanos, sentíamos la necesidad de brindar una alternativa a las chicas y chicos que sabemos que la están pasando mal por alguna situación de discriminación o por los que siguen tristes  y solos, y aún no se atreven a reconocerse, por ellas y ellos, y por la necesidad de seguir insistiendo en el respeto por la vida en todas sus formas, es que creamos este festival.

¿Cómo se logra este propósito?

El objetivo de “Días del Arcoíris” es llenar un vacío social y cultural al generar una conciencia amplia sobre la diversidad sexual y de género. Esto nos permitirá, en algún grado, suprimir y aminorar escenarios y espacios desfavorables que promuevan la violencia y discriminación hacia la población LGBTIQ+.

Queremos ofrecer un espacio donde todas las personas se sientan libres de ser quienes son, sin temor a la discriminación o la violencia. Nuestro compromiso, como civiles, es aportar para construir un Andes más inclusivo y tolerante, donde cada individuo pueda florecer plenamente. “Días del Arcoíris” es más que un evento; es un movimiento hacia un futuro más justo y equitativo para todos. Juntos, estamos tejiendo los hilos de la paz y la convivencia en el tejido social de nuestra querida Andes.

¿Sabemos que cada año viene con una narrativa, cuál es la de este año?

“El arcoíris que somos” es la narrativa que acompaña estos “Días del Arcoíris 2024”. Cuando aceptamos y celebramos las diferentes formas de habitar los cuerpos y el territorio de los demás, también estamos reconociendo y abrazando las múltiples facetas de nosotros mismos. “El Arcoíris que somos” es un símbolo de esperanza y diversidad, representa la unión de diferentes identidades y orientaciones sexuales, todas coexistiendo en armonía. Nos recuerda que cada color del arcoíris refleja una parte de nuestra humanidad compartida.

¿Cuál es el impacto esperado?

Nuestros propósitos van encaminados a la reflexión, el pensamiento, exaltar y dar visibilidad a los talentos, las destrezas y la riqueza cultural de la población diversa, pero también ser el puente para trabajar temas tan importantes como la salud, el bienestar, el estrés, la ansiedad y otros problemas de salud mental asociados con la discriminación y el rechazo social; alentar el empoderamiento y dar visibilidad para poder reconocernos y validar nuestras identidades y experiencias, lo que puede ayudar a desafiar y eliminar estereotipos y prejuicios y fomentar un mayor entendimiento y aceptación que promueva el avance de la justicia social y la igualdad de derechos para todos y todas. El objetivo a cumplir es seguir trabajando sobre la conciencia y comprensión de las experiencias y desafíos de la comunidad LGBTIQ+ y generar un impacto social que lleve al desarrollo de espacios de conversación en donde se pueda destacar la influencia e importancia de escenarios de representatividad y reconocimiento. También es un llamado a la Administración Municipal para que adelante políticas públicas que cobijen a esta población.

¿Qué medidas se toman para garantizar un entorno seguro y acogedor para todos los asistentes?

Un componente esencial de “Días del Arcoíris” es la pedagogía, desde nuestra primera versión, nunca quisimos transgredir ni imponer, y hemos apostado por estrategias de tipo educativo que nos han permitido un bonito y armonioso fluir dentro de la comunidad del municipio, y la armonía se da desde el amor que emana el mismo festival, sus organizadores y todo aquel que participa. Entonces no hemos sentido cabida a la agresión y hasta el momento no hemos sufrido ningún tipo de ataque directo. Sin embargo, en nuestro equipo siempre hay personas capacitadas para atender cualquier emergencia o estar prestos por si algún tipo de inconveniente sucede. Pero abogamos siempre por ese sentido de comunidad en donde todes cuidamos de todes y siempre se hace un llamado al respeto.

¿Cómo ha evolucionado el festival a lo largo de los años?

A pesar de que en el municipio de Andes no hay una política pública pensada para las necesidades de la población LGBTIQ+ y la Administración Municipal no realiza acciones positivas ni contundentes, podemos decir que el festival, gracias a las voluntades de algunos colectivos, talleristas, pedagogos, sociólogos, abogados, activistas y artistas ha logrado un crecimiento importante. Cada vez la apuesta pedagógica es más grande, por ejemplo este año descentralizamos nuestras acciones para irnos a tres corregimientos del municipio y al resguardo indígena Karmata Rúa. Continuamos con la estrategia de seguir creando alianzas con las mesas diversas de otros municipios, la agenda cultural cada vez incluye más actividades y artistas que cada año nos traen propuestas maravillosas. En 2023 hicimos el primer Carnaval Arcoíris, una marcha por las principales calles de la ciudad y realizamos la primera Fiesta Diversa, convirtiéndose definitivamente en otro espacio político e inclusivo.

¿Cuáles son las mayores dificultades que enfrentan?

Sin duda alguna es la falta de apoyo concreto y permanente por parte de la Administración Municipal, y que este siga siendo un esfuerzo de la población civil, cuando debería ser un compromiso del gobierno dentro de su plan de desarrollo municipal; sumado a la falta de una mesa diversa consolidada y respaldada, y no poder contar con un pago a los organizadores que aún siguen trabajando de manera voluntaria. Cada año tenemos que recurrir a apoyos de personas o entidades, lo que hace que el festival no tenga una solvencia o presupuesto concreto y cada año sintamos la presión de ver el festival desaparecer. Afortunadamente, muchas personas, artistas, talleristas y algunos emprendimientos del municipio hemos logrado sacar adelante el festival, pero no debería ser así. Aún no han entendido que es una apuesta que incluso puede beneficiar el sector comercial y turístico.

¿Cuál ha sido el momento más memorable o significativo en la historia de este festival?

Han sido muchos, creemos que hacer la primera marcha en el municipio es algo que quedará para la historia al marcar un cimiento y una semilla para todo lo que se viene en el futuro de Andes y de la región del Suroeste. Poder tener una red de alianza con las chicas trans del resguardo de Karmata Rúa nos hace sentir especiales y respaldados. Lograr una cuarta versión, cuando nuestra intensión sólo era hacer una velatón para llamar al respeto de la vida y ahora tenemos un festival que es toda una apuesta de región, también nos hace pensar en lo significativo que han sido estos “Días del Arcoíris”. Pero sin duda, personalmente, creo que lo más bello y gratificante, que le da sentido a todo, son los testimonios de algunas chicas y chicos de la región que se han acercado y, con lágrimas en los ojos y una sonrisa en sus labios, nos han dicho: ¡Gracias! Gracias por este festival y por regarnos los días más felices de nuestras vidas, esto nos da todo el aliento para seguir luchando por una sociedad mejor, más justa, digna y equitativa para todos, cuando esto sucede, cuando sentimos que pudimos tocar el corazón de alguien, de una madre, de un padre que ahora se esfuerza por entender a su hijo o su hija y por acompañarlo en su proceso, de verdad sentimos que todo el trabajo, los trasnochos, las cargadas de tarimas y bafles, sufrir porque aún no tenemos el dinero y todo lo demás, valió la pena y nos hace sentir que es tan sencillo hacer algo para que el mundo sea eso que deseamos, aunque la lucha y la resistencia va para largo y es ardua. Poco a poco vamos construyendo y entendiendo el mundo desde la belleza y la vida que hay en la diversidad.

¿Qué tipo de actividades o espectáculos se pueden esperar en el festival?

Digamos que aunque cada año los invitados y las propuestas varían, algunas líneas se han mantenido dentro de nuestra tal como el Club de Lectura Diversa denominado “Lecturas de colores”. “La tarde de los colibríes” que es nuestro evento principal, una tarde a modo de pícnic donde artistas de todas partes nos deleitan con su talento, también tenemos la franja de talleres, charlas ponencias, donde tratamos temas como la diversidad sexual, la salud sexual y nos hacemos todo tipo de preguntas para reflexionar en torno a lo LGBTIQ+. Este año la apuesta es llevar estos espacios a la ruralidad y apostar por propuestas que abarquen los diferentes lenguajes de arte o propuestas transdisciplinarias, también tendremos una noche teatral denominada “La velada de los tacones rosados” con un grupo de teatro de la ciudad de Medellín que viene con una obra con temática gay que tocará temas que a todos nos van a interesar.

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