La explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescente se da principalmente para la obtención de ganancias sexuales y económicas, producto del aprovechamiento de una posición de poder o confianza por parte del agresor. Es un delito que lleva a la cosificación y mercantilización de las niñas, niños y adolescentes, vulnerándoles sus derechos y afectando su dignidad e integridad.
Para prevenir la explotación sexual, las comisarías de familia, en articulación con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Gerencia de Infancia y Adolescencia de la Gobernación de Antioquia, firmaron un pacto contra la explotación sexual, se comprometieron a unir esfuerzos para la garantía y protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
El reto consiste en consolidar las actividades encaminadas a prevenir y contrarrestar la trata de niñas, niños y adolescentes en el Suroeste antioqueño.
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