En el Parque de la Noviolencia de Urrao se llevó a cabo el homenaje al exgobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria Correa, al exministro y asesor de paz, Gilberto Echeverri Mejía y a los soldados del Ejército Nacional.
La conmemoración contó con una eucaristía, intervenciones culturales y una jornada de siembra de palmas de cera en El Alto, sector entre los municipios de Urrao y Caicedo; lugar donde ocurrió la masacre de los líderes y los ocho militares que los acompañaban.
Al evento asistió la familia de Guillermo, entre ellos Aníbal Gaviria Correa, exgobernador de Antioquia y Adela Correa, madre de estos. Herbert Holguín, alcalde de Urrao, manifestó que con esta conmemoración “quisimos dejar una huella en su familia y decirles que en Urrao los recordamos”,
“Ellos se volvieron un ejemplo para la paz y la fraternidad, para vivir unos con otros en concordia y para demostrar que cuando las poblaciones se unen, pueden salir adelante y nadie puede interponerse ante ello”.
Gaviria, Echeverri y los ocho soldados fueron secuestrados por las Farc en abril del 2002 en el El Vaho; puente ubicado a cinco kilómetros del municipio de Caicedo, cuando realizaban una caminata por la “Noviolencia”, estrategia que buscaba soluciones pacíficas a los hechos violentos. Después de ocho meses en cautiverio, la guerrilla envió pruebas de supervivencia para demostrar que aún seguían vivos. Sin embargo, el 5 de mayo del 2003, en un intento de rescate militar fueron asesinados por el frente 34 de las Farc.
Al homenaje se sumó la declaración realizada en la Segunda Comisión de Verificación de los Acuerdos de Paz por el líder de las Farc, Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, quien pidió perdón a Yolanda Pinto, esposa de Guillermo Gaviria, por los hechos ocurridos hace quince años:
“Frente a un hecho que hace mucho tiempo consideré que debíamos pedirle perdón a ella y a su familia, frente a un acontecimiento que nunca antes se debió haber dado, frente al cual nosotros le pedimos la posibilidad de que nos perdone”.
La reflexión del evento dejó clara la importancia de permanecer el legado de la Noviolencia que promulgaban Guillermo y Gilberto, y de esta forma consolidar un tejido social de paz que es necesario fortalecer en toda la región, como expuso el alcalde de Urrao:
«Todo este camino de la violencia queremos que se extienda en todos los municipios. Que ese legado de no violencia se traduzca en el interior de cada uno de los territorios».