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En la vereda El Recreo del municipio de Venecia, visitamos la Finca del Jengibre, un patrimonio de la familia Betancur que don Jhon Jairo ha liderado durante 12 años.

La historia de la Finca del Jengibre comenzó cuando su hermano Edgar, psicólogo y antropólogo, regresó de los Estados Unidos con unos huevitos de jengibre que su padre sembró en la finca. Tras la muerte de su padre, don Jhon Jairo se comprometió a cuidar este legado. “Cuando yo renuncié a la ciudad, y antes de que se muriera mi viejo él me decía – mijo, ¿y quién se va a hacer cargo allá?, yo siempre le decía -papá, tranquilo, Y él me cogía las manos y me las bendecía. Cuando mi padre falleció yo tomé las riendas de estas tierras nuevamente”, recuerda don Jhon Jairo mientras con gratitud nos enseña algunos restos de las construcciones que hizo su padre en la finca.

Con la ayuda de su madre, inició la huerta con 700 matas de cebolla y luego sembró los huevitos de jengibre, logrando sacar 45 yemas pequeñas al año siguiente. Hoy en día, don Jhon Jairo tiene 3.500 matas de jengibre y 2.500 plantas de cúrcuma, productos 100 % orgánicos que vende en Venecia y Medellín.

En este proceso, también ha contado con el apoyo de su amigo Héctor Montoya, con quien comparte aprendizajes, risas, chistes y buenos tangos, mientras siembran jengibre. Don Jhon Jairo se ha capacitado con el Sena en cultivo, procesamiento y preservación del entorno natural, y actualmente estudia apicultura con enfoque en abejas meliponas y de aguijón.

En este bosque seco tropical también hay cultivos de cúrcuma y otras especias, y hay un banco de semillas de árboles nativos. La finca es un oasis de biodiversidad; crecen mamoncillos, mandarinas, limones, ajíes, anonis, tomates, granadillas y plátanos, en armonía con las mariposas, grillos, zarigüeyas y serpientes.

Con una gran sonrisa nos contó que está trazando una carretera para mejorar el acceso a la finca y trasladar más fácil los cultivos para la venta, que también desea exportar. Hoy sueña con crear el Tour del Jengibre y las Especias del Suroeste,el tour se podría hacer con diez personas que disfrutarán de las maravillas de la naturaleza, por supuesto serán testigos del proceso del jengibre, nuestro amigo Cerro Tusa y nuestra amiga la quebrada La Táparo”. 

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