«Soy del movimiento scout desde 1973, cuando en marzo 21 presenté mi promesa como Lobato»; así empieza contando, con su voz servicial, Carlos Alberto Uribe Villa, el master en educación y actual jefe de la A.S.C.I (Asociación Colombiana de Scout Independientes) todo su repertorio acerca del escultismo, al cual ha pertenecido la mayor parte de su experimentada vida, dedicada al servicio social y siempre comprometido con la formación de buenos ciudadanos.
Luego, le pregunté sobre los cargos que ha tenido en el movimiento scout y tomando mucho aire me los dijo uno a uno: » Empecé como Lobato, luego fui Scout y Rover, ocupé cargos a nivel local, regional, fui el primer jefe de grupo y cofundador del grupo Scout 111 en Tizana en Sabaneta, fui jefe de clan, fui comisionado local, fui jefe local, fui secretario del consejo regional por 10 años, fui jefe Scout regional de Antioquia y finalmente presté servicios como primer ejecutivo de la Asociación Colombiana de Escultismo, además de mi actual cargo en la A.S.C.I»; y como no iba a obtener tantos cargos en el movimiento, si a plena vista se refleja en él, la imagen del fundador de todo este cuento, Baden Powell, con su amabilidad, su jovialidad, sencillez y el cariño que transmite a las demás personas lo cual deja ver, la responsabilidad que tiene y ha tenido en esta gran familia llena de hermandad, principios y virtudes como la que es los Scout.
Aclaró que la A.S.C.I le inspira volver a recuperar los principios del movimiento porque cuando en una organización se está perdiendo lo fundamental, es necesario retomar el camino, volver a buscar el norte.
Finalizó su relato diciendo que los scout le dejan básicamente tres cosas: la primera es aprender a ser leal a su religión, la segunda es amar profundamente a la patria y servirle, y la tercera y última, es comenzar a ser útil desde el hogar, porque el deber de un buen Scout comienza desde la casa.
*Integrante del Colectivo de Periodismo El Suroeste