Luz Edilma Agudelo nació en Jardín pero desde los 13 años vive en Andes. En el pueblo sus bombones de coco cuentan con buena fama porque según ella “son muy cocudos y gustosos”; sin embargo, su sabor ahora solo hace parte del recuerdo pues desde que ella y 18 familias fueron evacuadas de la torre cinco de Villa Javier el pasado 13 de septiembre, no tiene ni las condiciones ni los ingredientes para prepararlos. Ella recuerda que su primera casa estaba construida con guadua y quedaba por el sector del cementerio municipal, allí además de estar en riesgo por la cercanía a una quebrada, no contaba con servicios públicos. Soñó con tener un hogar digno y años después salió beneficiada con una vivienda de interés social que cuenta con red de gas, agua, energía y espacio para su nieta y sus cuatro hijos. Lo que nunca imaginó es que a tan solo dos años de haber cumplido su sueño, tendría que abandonarlo.
Villa Javier es un proyecto de viviendas de interés social conformado por cinco torres -cada una contiene 20 apartamentos- fue entregado en el 2015 a familias víctimas del conflicto armado, en situación de extrema pobreza y reubicadas por causa de afectaciones de la ola invernal.
“Una noche estábamos durmiendo y de un momento a otro empezaron a gritar los vecinos y nos asomamos y la parte de abajo del edificio se desbordó y por debajo quedó como ‘coco’. Vea desde que llegamos esto tenía sus problemas porque a la torre cuatro le tuvieron que hacer un arreglo cuando se vino un barranco, y el andén por donde uno llegaba a la torre cinco, estaba hundido y vea que ahora se fue por ese voladero”, cuenta.
Cuando vendía bombones se ganaba 50 mil pesos por día y con ese dinero hacía lo posible para sobrevivir con los suyos. Hoy tras dos meses sin respuestas favorables, ella, su nieta, su hijo menor y otras dos familias comparten el mismo espacio y las mismas necesidades en el salón de la Junta de Acción Comunal: “las condiciones son horribles, esto es muy estrecho, estamos durmiendo en colchones en el suelo, no tenemos lavadero, es un solo servicio sanitario, hace mucho frío y yo sufro de asfixia. Nadie nos ayuda con la comida, a veces aguantamos hambre, sobrevivimos de lo que aquí algunos consiguen cogiendo café y traen revueltico entonces hacemos plátano frito para todos; aquí por ejemplo hay un muchacho que está solo, él es desplazado y tiene problemas mentales, hay noches que las pasa en vela”.
Luz Edilma Agudelo afirma que no solo perdieron su vivienda sino también la posibilidad de trabajar:
“Yo no puedo hacer los bombones, es una cuestión de sanidad, aquí hay perros, gatos, la cocinita que tengo es prácticamente en el piso, otra señora de aquí que es modista, trabajaba en su casa. Ya nos dijeron que no nos van a colaborar con el arriendo, y las entidades están peleando por el arreglo del edificio, nadie se quiere hacer cargo y dijeron que se tiene que poner un muro que vale como mil millones de pesos. Nosotros estamos esperando una tutela que va a poner el personero a ver si nos resuelven esta situación”.
¿Y qué se ha hecho?
Según información del Dapard suministrada a este medio el 18 de septiembre del presente año, desde el momento de la emergencia un patólogo y un ingeniero estructural de la empresa VIVA, verificaron que “la construcción no mostraba peligro inmediato de colapso y afirmaron que la base en la que está hecho el edificio ha resistido muy bien, y se identificó que el movimiento en masa estaba estable. Lo que sigue es un estudio geotécnico y geológico para determinar si se deben colocar unas bases o unos muros que puedan dar sustento al edificio”.
Sin embargo, Natalia Marín secretaria de Gobierno del municipio, señala que hasta el momento:
“Ninguna de las entidades se quiere hacer cargo de la situación, ni mandan lineamientos para hacer intervención. Lo último que se conoció fue un oficio que viene desde la Gobernación de Antioquia donde VIVA le informa al municipio que el talud de tierra se vino no por falla de la construcción sino por fallas geológicas, y eso es obvio, pero entonces de alguna manera ellos están como sacando el cuerpo del tema de responsabilidad con respecto a los arreglos que hay que hacer allá en la edificación”.
La Secretaria de Gobierno de Andes asegura que quieren que el municipio incurra en detrimento patrimonial al asumir unos costos que no le corresponden: “estamos en este momento en la preparación de un oficio en el cual vamos a informar al Ministerio de Vivienda que son ellos los que tienen que tomar las acciones, toda vez que el municipio de Andes no tuvo ningún tipo de relación contractual ni con VIVA ni con el tercero, ni con el mismo Ministerio, sino que se facilitó el lote para la construcción y fueron ellos los que tuvieron deficiencias en los estudios del suelo, en los estudios geotécnicos y no miraron el problema que tenía el sector donde se construyeron los edificios”.
Al respecto, el alcalde Jhon Jairo Mejía Aramburo afirma que pese a sus solicitudes no ha recibido respuestas ni con relación a las personas albergadas ni a la intervención en la torre cinco:
“En una reunión que tuvimos por esos días se determinó que no serían dos semanas las que duraría el proceso, sino seis meses para corregir las dificultades en la infraestructura, por lo que había que resolverle a la gente la situación de vivienda, nosotros decretamos la calamidad pública desde el primer momento e hicimos la solicitud de acompañamiento del departamento al municipio para el pago durante tres meses de los arriendos, pero nos fue negada. No hemos recibido respuesta ni de VIVA ni del Dapard, ni de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, ni del Ministerio de Vivienda, ya lo que le queda a la gente es la tutela”.
Precisamente Julián Restrepo personero de Andes, informa que:
“El alcalde nos contó que no iban a dar los arrendamientos y me dijo que lo ayudara con el tema de las tutelas, están reclamando unos trámites que ya se hicieron: el censo donde se registró que eran 19 familias afectadas y que solo cuatro requerían albergue, la declaración de emergencia, etc. Hace 10 días tuvimos una reunión con las personas de Villa Javier para que llevaran documentación como los títulos de las viviendas, las escrituras, los certificados de libertad y tradición, entre otros datos, y ese mismo día enviamos un oficio. No han pasado los 15 días reglamentarios para que den una respuesta, en los próximos días haremos el trámite para interponer la tutela”.
*Si usted desea donar víveres a las tres familias que están albergadas en el salón de la Junta de Acción Comunal, en Andes, comuníquese con nosotros: 847 1044 / 298 6800 / 314 6232900.