La palabra, núcleo fundamental de la comunicación

Fotografía: Secretos para contar
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Por Lucila González de Chaves
Maestra
Editorialista invitada

El ser humano razona, es capaz de amar, reír y hablar; todo ello constituye la base de la comunicación, y la palabra está a su servicio. Por eso somos responsables de nuestras palabras; ellas dan cuenta, a quienes nos escuchan, de nuestra nobleza interior o de la mezquindad de nuestra vida espiritual, o cultural, o afectiva.

Es necesario que reflexionemos sobre la palabra; ella es un puente entre nuestra muy íntima realidad y la realidad del otro; entre mi YO y el TÚ, para llegar a un NOSOTROS. Pero ocurre que, a veces, nuestras deslealtades, nuestros prejuicios y rencores incondicionales, borran el NOSOTROS, desconocen el TÚ, es decir, a los otros, y solo quedan las palabras narcisistas del YO.

Es bueno preguntarnos en el mes del Idioma, y siempre, ¿cuánto respeto tenemos por la palabra hablada y escrita?, ¿cuánto hemos estudiado su funcionalidad y manejo en relación con nuestros ámbitos familiar, afectivo, laboral, cultural?, ¿hemos pensado seriamente en las secuelas positivas o malignas que nuestra palabra pueda dejar en el otro? Las palabras resultan muchas veces impotentes, para expresar todos los aspectos del pensar y del sentir, o nos traicionan por defecto, o por exceso.

Somos poseedores del más grande de los dones que es el lenguaje, la comunicación; mediante su noble y adecuado manejo, cada palabra se llena de significación, de sentido, de comprensión. La capacidad de comunicación habita en la sabiduría de utilizar las palabras y, por sobre todo, en la riqueza interior de quien habla o escribe.

Recordemos que hay palabras vacías de significación o mal colocadas, tanto al hablar como al escribir. Un lenguaje en el que predominan las palabras vacías produce una impresión de ordinariez expresiva, de indigencia mental y espiritual. Las palabras llenas de significación y de sinceridad, prestan a la frase gran representatividad como elemento de excelente comunicación.

El manejo de cada palabra en la comunicación NO es tarea fácil. Recordemos que son pocas las palabras que tienen un sentido claro y una sola acepción; para poder comunicarnos adecuadamente debemos estar atentos a las diferencias de su significado. Tenemos gran responsabilidad al utilizar las palabras, habladas o escritas, como instrumentos para transmitir ideas y, sobre todo, sentimientos.

Una palabra mal empleada estropea, y a veces para siempre, el más bello pensamiento, la más brillante idea y el más dulce de los sentimientos.

Editiorial Periódico Regional El Suroeste – Edición 161

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