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La Mesa de Diálogo Juvenil de Ciudad Bolívar nació durante el Paro Nacional y hoy le apuesta a trabajar por generar conversaciones necesarias en el municipio, como la erradicación de las violencias que aporta la militarización de zonas golpeadas por el microtráfico; y la necesidad de apostarle a la salud, el arte y el deporte como herramientas para la transformación. Una de las actividades que ha realizado es la toma cultural y deportiva en el barrio Las Palmas, históricamente golpeado por la violencia.   

El microtráfico, como lo entiende la Mesa de Diálogo Juvenil de Ciudad Bolívar, es la principal causa de violencia física material en el municipio que se da por diferentes causas geográficas y estratégicas que dejan como resultado una realidad: hay violencia, y las distintas estrategias que se han utilizado para atacar el problema han sido con el uso de fuerza pública, policía y militarización. “Es normal que cada tantos meses haya episodios de violencia y la única respuesta de las autoridades competentes es enviar policía, militares y patrulla 24/7, pero eso no soluciona el problema de fondo”, cuenta un joven integrante de la Mesa.

Y agrega: 

“Lo que nosotros hemos considerado hasta el momento es que se debe solucionar el problema desde la raíz, obviamente es necesaria la presencia militar porque estamos tratando con bandas criminales que matan gente, que se matan entre ellas, pero esto no se puede quedar ahí, debe haber un enfoque desde salud pública y labor social: generar empleo y oferta educativa para que los jóvenes que potencialmente podemos hacer parte de estas bandas, tengamos oportunidades; y más allá de enviar policía, tratar el tema del consumo desde el consumo consciente y la prevención de riesgos. Riesgos como adicciones, infecciones y ciclos de violencia.

Ahí es donde se centra nuestra iniciativa como jóvenes, no tenemos los recursos o nos compete decir: vamos a generar más empleo o hacer otras cosas que le competen a las autoridades locales, pero lo que sí podemos hacer es comenzar a generar ese diálogo – Hombre, ¿usted es un consumidor? ¿Usted tiene alguna idea de qué es lo que está consumiendo? ¿De dónde viene eso que está consumiendo? ¿Cuál es el proceso que lleva? ¿Quiénes son los principales beneficiarios de esto? ¿Cuáles son los riesgos del consumo a corto, mediano y largo plazo? ¿Usted qué puede hacer para evitar caer en adicciones? – En general informar sobre este tema tabú, porque con información se toman mejores decisiones”.

La Mesa de Diálogo Juvenil surge en el marco del Paro Nacional por la unión de jóvenes interesados en realizar una movilización en el municipio. “Posterior a eso, nos dimos cuenta que teníamos intereses en común y podíamos organizarnos como grupo para hacer actividades que no giran solo en torno al paro, sino a las necesidades del municipio que nosotros como jóvenes identificamos”, cuentan. 

Esto, les motivó a realizar una actividad en Las Palmas: 

“Las Palmas ha sido y es uno de los sectores más afectados por el escenario de microtráfico que azota al municipio, al ver que la militarización no es el camino a la solución del problema decidimos realizar una chocolatada y varias presentaciones deportivas y culturales, descentralizando estas actividades de los lugares donde normalmente se realizan, como la casa de la cultura, el parque, colegios, etc; desviando la atención de los jóvenes que son las víctimas directas del conflicto y haciéndoles la invitación a otros espacios de los cuales también pueden participar”, cuentan jóvenes de la Mesa. 

El barrio se conoce así por una palma que había en el sector de la cancha, fue construido por sectores y las casas eran destinadas a familias de bajos recursos, esto junto a las pocas oportunidades de trabajo y estudio que había en el pueblo propició el escenario violento. David Rico, tiene 21 años y habita el barrio, cuenta que el evento fue muy chévere, innovador y bueno para salir de la rutina y que allá siempre se realizan torneos relámpagos de microfútbol y nada más y agrega que, definitivamente es un sector al que le falta conciencia respecto a las drogas y la violencia.

Una de las actividades del evento fue una muestra de boxeo, “hubo una presentación que se puede considerar como violencia, pero la intención fue evidenciar que se puede acudir a una violencia sana, una violencia representada por un espíritu deportivo y un respeto mutuo entre los participantes”, explican integrantes de la Mesa. 

Actualmente somos 13 jóvenes que conformamos el grupo en el quel se toman las decisiones, y otros cinco que participan y colaboran de forma activa en el desarrollo de las actividades, la dinámica se basa en reunirnos, proponer soluciones a las problemáticas, debatirlas, tomar una decisión, gestionar y ejecutar. En la Mesa se tienen en cuenta todas las opiniones y propuestas y no se toma una decisión hasta que todos lleguemos a un acuerdo. Cada 15 días hacemos una reunión ordinaria y las reuniones extraordinarias se dan cada que sea necesario sin ningún tipo de limitación”, cuentan sus integrantes y finalizan contándonos lo que tienen planeado: 

“Vamos a seguir acompañando la movilización del sindicato de los profesores por todo el Suroeste del departamento, realizaramos una serie de encuestas para concluir qué tanto están enteradas las personas de la situación actual del país y a partir de estas promover actividades de concientización, continuaremos con las tomas barriales por medio de la descentralización de las actividades culturales que no alcanzan a llegar a estos barrios, intentar incentivar los mercados campesinos con el fin de promover el comercio local y darle un pequeño giro a la economía que está centralizada en el monocultivo, continuar participando del Pacto Colombia por las Juventudes planteando problemáticas y soluciones que repercutan a nivel nacional”.

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