El domingo 27 de octubre elegiremos al Gobernador de Antioquia y 26 diputados. En nuestra región a 23 alcaldes y 275 concejales. Estos son los retos para nuestros próximos gobernantes en los próximos cuatro años, según la opinión de expertos en ECONOMÍA, EDUCACIÓN, DESARROLLO RURAL y MEDIOAMBIENTE.
ECONOMÍA
Juan Carlos Mesa Espinosa. Graduado en Administración de la UPB, especialista en Finanzas y Gerencia de Proyectos, con 36 años de experiencia en la Banca nacional (Bancolombia) y actualmente asesor de proyectos en Banca internacional. |
El cuestionamiento para los nuevos burgomaestres se concentrará en qué calidad de industria admitirán y qué cantidad de solicitudes permitirán.
La dinámica económica de los municipios será igual o mayor al avance de las vías 4G: el Suroeste es mirado con otros ojos por los inversionistas que buscan espacios de buen desarrollo.
Las vías y el entorno de la región están marcados por los avances de las rutas Pacífico 1, Pacífico 2, Mar 1, tren de cercanías, el avance del proyecto portuario de Pisisí y la gran oportunidad de interconexión con el Túnel del Toyo, volviendo la zona atractiva para el establecimiento industrial.
La atención estará en la cantidad de empresas nuevas que querrán asentarse en la región y el cuestionamiento para los nuevos burgomaestres se concentrará en qué calidad de industria admitirán y qué cantidad de solicitudes permitirán. Así pues, se tendrá todo un reto basado en lo que serán los PBOT (Plan Básico de Ordenamiento Territorial) en los que se limitarán las zonas industriales o comerciales de las zonas de crecimiento habitacional.
En la Cuenca de la Sinifaná habrá un factor importante que será la dinámica bilateral entre las comunidades de Angelópolis y Amagá, dada su prosperidad y la motivación de la pavimentación de esta vía departamental.
En cuanto a infraestructura y crecimiento retarán, a partir del 2 de enero a los nuevos dirigentes del Suroeste, la terminación de los proyectos de acueducto, alcantarillado y pavimentación en las zonas urbanas y la llegada de estos servicios a las zonas rurales, que son indispensables para el desarrollo.
Así mismo, estará la valorización de los domicilios, la titularización de los predios y el desarrollo de nuevos centros urbanísticos que marcarán la necesidad de una gran dinámica poblacional para solucionar el déficit de vivienda actual.
Finalmente, el reto más esperado por la comunidad: la gestión de los recursos faltantes para recuperar el hospital y la red hospitalaria, tan esperada por todos los habitantes en los municipios.
EDUCACIÓN
Sara María Márquez Girón. Ingeniera agrícola, especialista en proyectos agropecuarios, con maestría en Ingeniería Ambiental y un doctorado en Agroecología. Actualmente, Directora Seccional Suroeste Universidad de Antioquia. |
Cuatro retos educativos en el Suroeste
Los próximos gobernantes del Suroeste deben enfrentar unos retos fuertes con respecto a la educación. La población estudiantil en nuestra región está disminuyendo porque las familias son cada vez más pequeñas y hay una alta migración hacia las ciudades.
Es necesario tener presente que a nivel rural la deserción se presenta mucho más pronto que a nivel urbano. Desde pequeños los y las estudiantes empiezan a dedicarse a las labores del campo, por eso es evidente que en las escuelas y colegios rurales la población infantil disminuye constantemente.
En total, la población actual del Suroeste, está entre 370 y 400 mil habitantes. De esa población el 46% son jóvenes menores de 24 años, y la mitad de ellos pertenece al sector rural. Esta población debe ser atendida según sus necesidades, por ejemplo, ellos no están en las cabeceras municipales sino dispersos por toda la región, lo que les hace inevitable un desplazamiento significativo hacia sus lugares de estudio.
En este sentido, la Universidad de Antioquia estableció algunos retos con base en el Plan Nacional Decenal de Educación 2016 – 2026.
El primero: la construcción de un sistema de educación regional articulado en el que todos los niveles educativos creen sinergias y se fortalezca así la calidad. El segundo: la creación de una agenda de ciencia, tecnología e innovación regional que permita dar respuesta a las necesidades del territorio. El tercero: impulsar la movilidad académica nacional e internacional, con la financiación del sector público y privado, para que los estudiantes conozcan otras realidades, para que tengan un panorama más amplio frente a cómo se mueve el mundo.
Finalmente, el cuarto: que desde los programas ofrecidos por las instituciones de educación superior se responda a las dinámicas socioeconómicas propias del territorio, que desde primaria y secundaria los y las estudiantes puedan identificar qué necesita su región y que desde la educación superior se les ofrezcan programas según esos intereses y necesidades.
DESARROLLO RURAL
José Fernando Montoya Ortega. Sociólogo agremiado a la Federación Nacional de Cafeteros, asociado a la Cooperativista Caficultores de Antioquia y exintegrante del grupo de trabajo de Antioquia Convergencia y Desarrollo. |
Las actividades agropecuarias son un medio de dignificación de la vida.
A la luz de los Objetivos del Desarrollo Sostenible -ODS Agenda 2030, el Suroeste antioqueño es territorio propicio para su realización por medio de estrategias que resignifiquen las labores agropecuarias como opción de vida. Para tal fin es conveniente tener en cuenta que el territorio no es la suma de municipios, parcelas y viviendas, es la interacción creadora entre personas, comunidades e instituciones comprometidas con saber habitar en condiciones de sostenibilidad social, ambiental, económica e institucional.
Sin duda entonces las actividades agropecuarias son un medio de dignificación de la vida, que aportan a la seguridad alimentaria y nutricional, al aprovisionamiento de insumos para la transformación cultural en actitud de respeto con la diversidad ambiental.
Por esto es necesario promover la relación familia, escuela, empresa, Estado, sociedad, para hacer posibles esquemas de ordenamiento territorial que propicien el uso responsable del espacio en complementariedad entre lo urbano y lo rural; educar para la cultura en el saber convivir respetuosamente; saber transformar el conocimiento; saber trabajar y saber trascender dando sentido superior a la vida.
A la par debe estar la promoción y el respaldo a los bienes públicos de investigación, innovación y asesoría científico-tecnológica; el fomento de la estructuración de cadenas de valor que fortalezcan la asociatividad mediante alianzas estratégicas para el mercadeo de bienes y servicios generados en el sector rural.
Finalmente, el empoderamiento de los ciudadanos en los procesos de participación social, para hacer posible el logro de los objetivos de planes, programas y proyectos afines con los ODS.
MEDIOAMBIENTE
Yamid González Díaz. Integrante Cinturón Occidental Ambiental -COA |
Debemos continuar fortaleciendo la articulación regional en defensa del territorio.
La dinámica territorial en el Suroeste de Antioquia se desarrolla en medio de diversos conflictos socioambientales, expresándose fuertemente con la presencia de la AngloGold Ashanti en Jericó en el marco del proyecto Quebradona. De esta manera las alcaldías y concejos municipales, conjuntamente con las comunidades indígenas y campesinas, sociales y ambientales del Suroeste, debemos continuar fortaleciendo la articulación regional en defensa del territorio, ratificando la declaratoria de ACTOR NO GRATO a la AngloGold Ashanti y priorizando el reconocimiento e implementación de los planes de vida comunitarios como ejercicio de participación social y autoderminación territorial.
Sin embargo, es necesario ampliar nuestra visión de los conflictos socioambientales y centrar nuestra atención en los proyectos extractivos que tienen como condición la apropiación extensiva e intensiva de la tierra y el agua, y la extracción de materias primas para la exportación. El extractivismo toma expresión en proyectos mineros, energéticos (microcentrales, represas, fracking), agroindustriales, turísticos, entre otros, actividades económicas que han agudizado históricamente la deforestación, la contaminación y disminución de aguas, desplazamiento forzado e incremento de la violencia.
Por estos motivos es necesario continuar con nuestros procesos de reconocimiento territorial para valorar que los conflictos son múltiples y que no debemos naturalizarlos, todo lo contrario, debemos confrontarlos y transformarlos hacia prácticas sustentables con la naturaleza.
En el Suroeste el extractivismo también lo podemos ver en los monocultivos de café, cítricos, pinos, aguacate y gulupa. Para el caso del café, por ejemplo, que es una práctica histórica, como muchas otras más, debemos pensarnos transiciones hacia prácticas más justas y sustentables, implementando tecnologías apropiadas que eviten la contaminación y la expropiación de nuestras tierras y aguas.
Finalmente, es importante que los candidatos garanticen la participación social de las gentes en la construcción de políticas públicas municipales y que se fortalezcan los procesos de articulación regional, se consolide la participación social efectiva y afectiva de mujeres, niños, niñas y jóvenes para la resignificación de los derechos territoriales, valorando sus perspectivas de territorios soñados.