Foto: Héctor Marín.
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En Antioquia ya fue tramitada la ordenanza que prohíbe el uso del mercurio, según el gobernador Luis Pérez Gutiérrez: «quien lo siga haciendo será perseguido como un delincuente», y añade que después de haber sido catalogado como el territorio más contaminado con este elemento, la meta es pasar a la lista de los ‘menos contaminados’.

La Organización Mundial de la Salud determina que:

El uso de mercurio en las pequeñas minas auríferas de tipo artesanal es especialmente peligroso y tiene importantes consecuencias para la salud de las poblaciones vulnerables.

Consecuencias para el cerebro y los riñones, señala la OMS se pueden generar en los seres humanos al estar expuestos bajo esta modalidad.

Conscientes de los daños tanto para la salud como para el ambiente, en Andes iniciaron desde el 2016 una cruzada contra el mercurio en la extracción de oro y ha sido tan exitosa que en marzo de este año ajustaron nueve entables mineros sin usar mercurio para la producción. 

Conversamos con el alcalde de Andes John Jairo Mejía Aramburo sobre este tema y también sobre otros de interés que en este momento marcan la dinámica del municipio que dirige: el programa ‘Una hectárea para la vida, una hectárea para la paz’, problemáticas del sector rural, el microtráfico, el consumo de estupefacientes y el aumento de homicidios. 

«¡Nosotros en origen somos mineros!»

Así explica el alcalde Mejía la vocación del pueblo que no se ha visto influenciada por la decisión de otros municipios del Suroeste que le han dicho NO a la minería de metales amparados en la defensa de la vida, el agua y la vocación agrícola; para él sí es posible la ‘minería bien hecha’, y considera que el proyecto ‘Andes: cero mercurio’ es muestra de ello.

Periódico El Suroeste: ¿Cómo ha sido el proceso con los mineros para que dejaran de usar mercurio?

John Jairo Mejía Aramburo: «desde el principio los mineros nos recibieron bien, hay que recordar que esto nunca fue una imposición sino un programa voluntario. En Andes iniciamos desde el 2016 un proyecto de erradicación del metal pesado mercurio de los procesos mineros de oro que hay en el municipio, con el acompañamiento del Grupo de investigación Materiales Preciosos -MAPRE de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia. Hicimos un inventario de de todas las bocaminas y entables del municipio, teníamos una dificultad y es que no habían datos y logramos establecer el panorama de la minería en Andes. Nosotros en este momento tenemos siete entables abandonados, uno que no está funcionando, y 11 a los que les hemos hecho control y seguimiento». 

P.E.S ¿Cuál es el estado de los entables abandonados?

J.M.A «Los abandonados son procesos mineros antiguos donde las personas que ejercieron esta labor nos dejaron todo los pasivos ambientales dispuestos de manera inadecuada cerca a áreas de protección, a las fuentes de agua. Están llenos de lodo, residuos sólidos que contienen oro y plata, se tiene que hacer una aspiración de los metales pesados y hace una disposición final. Vamos a dar inicio a un proceso y citaremos a los propietarios sino aparecen haremos un proyecto para hacer limpieza de esos materiales».  

P.E.S ¿Y en los 11 que están funcionando? 

J.M.A «Hemos hecho un proceso de control y seguimiento durante el 2016 y el 2017, y este año vamos a empezar el proceso en compañía de la Gobernación de Antioquia y la Secretaría de Minas. Al 31 de diciembre del 2017 teníamos: cinco entables en semáforo verde, es decir, que adoptaron los estudios, diseños, todo el proceso tecnológico de beneficio que no requiere el uso del mercurio; y cuatro en semáforo amarillo, ya en marzo estábamos con nueve en verde, estos últimos cuatro no están aún certificados dentro de este proyecto porque por la Ley de Garantías no lo hemos podido iniciar. En semáforo rojo todavía hay dos: uno está terminando de hacer actividades y se va, el otro no ha adoptado las medidas ni ha participado en los procesos de mejoramiento, para el mes de junio que entra en rigor la Ley (mercurio) será cerrada. Con el proyecto que tenemos la meta es ser el primer municipio del departamento de Antioquia, libre de mercurio. Hay un tema muy importante que hay que reconocer y es que los costos de la reconversión son del bolsillo de los mineros, hay que darles los créditos a nuestros mineros porque son personas que se están preparando, son responsables y quieren salir adelante con este proyecto de cero mercurio». 

P.E.S ¿Qué pasa con las personas que sigan usando mercurio?

J.M.A «Los entables que tenemos inventariados tienen todos los procesos y herramientas para hacer el beneficio del oro sin el uso del mercurio, ya se transformaron para este fin, pero esto no quiere decir que con el programa ‘Andes, cero mercurio’, podamos garantizar que no hay contrabando de mercurio, o que una persona no haga mal uso de este metal pesado en su vivienda, y lo digo por lo siguiente: nos encontramos en la vereda Santa Rita una familia que en la cocina estaban haciendo beneficio de oro, tenían un alto grado de concentración de mercurio en su cuerpo el papá, la mamá y los hijos, nos dimos cuenta porque se les hicieron los exámenes médicos que también se le han hecho a 102 mineros del municipio que hacen parte del proyecto. Esperamos que con la prohibición del uso del mercurio en el departamento, estos procesos sean a largo plazo». 

P.E.S ¿Qué otros metales están siendo explotados en Andes?

J.M.A «Aquí hay extracción de plata, tenemos muchos minerales porque el municipio está en las estribaciones de la Cordillera Occidental eso significa que lindamos con el Chocó, con Risaralda, estamos en el lugar donde hay mucha cantidad de minerales pero es una roca muy dura que hace difícil la explotación de minerales, la hace muy poca atractiva para las empresas. En San José, Buenos Aires y San Bartolo, tenemos reservas carboníferas pero no hacemos explotación porque no seríamos competitivos por ejemplo con un municipio como Amagá». 

P.E.S ¿Qué es la minería bien hecha? 

J.M.A «Nosotros en origen somos mineros, Andes lleva 200 años de vida porque fuimos distrito minero de Titiribí cuando aún no éramos municipio, teníamos minería en el corregimiento de Santa Rita, allí llegaron los primeros pobladores y se empezó a formar esta minería que hoy tenemos. Aquí hay muchos minerales pero no contamos ni con la herramientas ni la tecnología para explotarlos. Que nos ocupa hoy: la pequeña minería, la artesanal, que para nosotros es una condición económica y viable siempre y cuando cumplamos la norma y actuemos a favor de los recursos naturales. Es importante recalcar que los mineros de Andes son ciudadanos del común, de bien, personas que les gusta esta actividad y han participado de manera voluntaria en el programa contra el mercurio». 

Problemas rurales

Si bien con el programa ‘Una hectárea para la vida, una hectárea para la paz’, se están beneficiando mil familias campesinas, el mandatario cuenta que el estudio de salud pública a dichas familias, arrojó otras problemáticas más allá de la falta de proyectos productivos. 

P.E.S ¿En qué va el programa? 

J.M.A «Ese proyecto ya tiene en campo, en crecimiento, dos millones 700 mil árboles de café, vamos entregando 20 mil árboles maderables y 20 mil matas de plátano, eso con relación a lo agrícola. Con el tema educativo: estuve dictando una clase precisamente ayer a nuestros campesinos llamada ‘la geografía como instrumento para el desarrollo del territorio’, ya estamos terminando con la primera cohorte del programa ‘sostenibilidad para el campo’ en la Universidad de Antioquia, seccional Suroeste, son actividades que ayudarán a los habitantes de nuestros corregimientos y veredas a mejorar los sistemas agrícolas. Acabamos de ser notificados a través de resolución de la aprobación de un proyecto de 320 millones de pesos, para 100 de las mil familias a través de la ADR, es para un proyecto para abono, y tenemos otros programados con la Cooperativa de Caficultores de Los Andes». 

P.E.S ¿Qué balance hace hasta ahora? 

J.M.A «Vamos bien, yo creo que ya hicimos lo más duro que era germinar tres millones de plántulas, transportarlas a los almácigos, hacer todo el proceso para el crecimiento y el sostenimiento, luchamos contra el invierno, algunas personas que perdieron el producto ya lo están recuperando, fue un reto, esto va en el 95. Sigue el tema de capacitaciones y el año entrante sería coger la primera cosecha. Con este proyecto vamos a aumentar en un 8% la producción del municipio». 

P.E.S ¿Cómo así que Andes hay comunidades rurales con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)?

J.M.A «El proyecto de salud pública nos arrojó que tenemos una población campesina con enfermedad EPOC producto del humo del fogón de leña, es decir que estamos con la necesidad de implementar los fogones eficientes en todo el territorio rural, primero por la salud y segundo para evitar la tala progresiva del bosque». 

P.E.S ¿Y qué pasa con las mascotas? 

J.M.A «En la investigación también nos encontramos un problema con las mascotas: una cantidad muy densa, casi que la población de campesinos es inferior a la de perros y gatos, sin vacunación, desparasitación, sin control de procreación, y hay que atender este problema. También nos encontramos que no cuentan con sistema de tratamiento de aguas residuales. Entonces hemos avanzado mucho con este proyecto, pero también nos hemos encontrado que nuestros campesinos tienen otras carencias en otros sentidos, pero como administración en este año y medio que nos queda, el compromiso es tratar de disminuir estos índices de pobreza porque esta población es patrimonio del municipio de Andes». 

Microtráfico 

En días pasados, el alcalde de Andes y los mandatarios de otros municipios del Suroeste, pidieron frente a la Asamblea de Antioquia más apoyo a las autoridades para luchar contra el microtráfico. En lo que va del año, en el municipio se han registrado 18 homicidios, la mayoría de ellos en zona rural y en gran parte de las investigaciones se devela una clara relación con el tráfico de estupefacientes, con ‘ajustes de cuentas’ de las bandas que llevan a cabo esta actividad ilegal.

P.E.S ¿Alcalde qué se está haciendo? 

J.M.A «Nosotros tenemos unas dificultades muy complejas con el tema del microtráfico y el consumo de drogas. Queremos sacar adelante un proyecto que es aliado con la minería y consiste en: crear un centro terapéutico pero con actividades para enseñarle a los jóvenes y adultos que están consumiendo alucinógenos o alcohol, o incluso tienen problemas de ludopatía, a ‘barequiar’, es decir, a hacer uso del recurso mineral para que aprendan un oficio y tengan una opción laboral que los ayude a reconstruir sus vidas, a no volver a caer por falta de recursos económicos, problemas familiares, etc. Los proyectos contra las adicciones son muy costosos, difíciles de sostener en el largo plazo, entonces tenemos la propuesta de que con el ‘barequeo’ se haga terapia en el río, en el bosque nativo, que la gente obtenga un conocimiento y que nos ayude a sostener los costos de este centro. Si nosotros no le enseñamos a la gente el NO consumo, el negocio de la droga seguirá siendo lucrativo». 

P.E.S ¿Se han quedado cortas las medidas contra el microtráfico?

J.M.A «Tenemos una población muy grande, somos 47 mil habitantes, nosotros en cosecha cafetera estamos recibiendo entre 14 mil y 15 mil personas flotantes, eso significa que mucha de esa población es consumidora y eso resume en que el municipio es una excelente plaza de vicio para las personas que ejercen esta actividad ilícita, aquí hay una guerra entre ellas, para quedarse con la plaza, la distribución, esto para nosotros es muy complicado, dependemos de la fuerza pública, de la policía de investigación, de la Fiscalía y lo que se logra hacer es muy poco porque estos negocios migraron de la zona urbana a la rural y esta zona por su dimensión y su dinámica es muy difícil de controlar; entonces tenemos fuerza pública, equipamiento, talento, sistema de cámaras, pero en la zona rural que es donde está sucediendo estos negocios ilegales, estamos sin nada, pero estamos convencidos de que si los andinos no están disponibles para consumir, esta actividad no llegará a ningún lado. Le vamos a apostar a la educación, a la prevención en la infancia y la juventud, y atender a los ciudadanos que están enfermos, para que entre todos podamos superar esta dificultad».

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