¡Tiempo para actuar!

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Por: Idy Catalina Vanegas Bermúdez

Apenas está comenzando el 2018 y cada año nos ofrece tiempo para vivir nuevas experiencias, para actuar y no quedarnos quietos y en especial los jóvenes que estamos cargados de energía, de curiosidad, ansiosos por emprender retos y adquirir nuevos conocimientos. No debe parecer extraño que estemos llenos de expectativas para este nuevo año y que una de las principales preocupaciones sea el acceso a la educación superior.

En los 23 municipios que conforman nuestro Suroeste antioqueño encontramos jóvenes que siempre están activos, algo que pude comprobar el año pasado al asistir a dos de los campamentos juveniles en donde se reúnen jóvenes líderes, y se identificó que uno de los principales intereses de nuestra población es continuar la formación académica después del colegio.

La incertidumbre sobre nuestro futuro académico llega cuando terminamos el bachillerato, en ese punto son muchas las dudas que nos surgen: si seguimos estudiando o empezamos a trabajar, y si decidimos estudiar, qué carrera escoger y cómo financiarla. A todo esto se nos suma la típica pregunta que nos hace casi todo el mundo: ¿Y ahora qué va a estudiar?

En mi caso la opción fue seguir mi formación académica y me alegra escuchar que cada día son más los jóvenes que optan por continuar preparándose, ya que la educación muy seguramente les ofrecerá mejores opciones de vida.

La educación superior cambia tu forma de ver el mundo, amplia tus horizontes, te forma como persona y como profesional.

Con la decisión tomada sigue otro punto muy importante y es ver qué oportunidades de estudio tienes si vives en un pueblo (y puede ser aún más difícil si vives en una vereda). Es bastante alentador ver que cada vez los municipios se esfuerzan más por llevar programas de educación superior hasta su territorio, dando la posibilidad a muchos de estudiar, aprender y no tener que desplazarse hasta otro lugar para poder alcanzarlo.

Sin embargo aquí viene un problema y es que muchas veces lo que nos ofertan en los municipios no coincide con nuestra vocación y es bueno no dejar de lado ese consejo tan importante que muchos nos dan por ahí: “estudie lo que a usted le guste”.

Y es que es la pasión que sienta por su carrera lo que lo llevará a convertirse en un excelente profesional, eso hará la diferencia entre trabajar y hacer las cosas por amor en lugar de obligación, además reduce la probabilidad de que deserte de la carrera.

Esta es una de las razones por las que desplazarse hasta la ciudad se convierte en la opción, pero la decisión es difícil, el cambio es bastante grande y no siempre se cuenta con los recursos necesarios, pero puedo asegurar que es una experiencia enriquecedora.

Mi invitación es a que usted joven que me está leyendo siga con su formación profesional, que no deseche la posibilidad de ser médico (a), ingeniera (o), licenciado (a), agrónoma (o), traductor (a), nutricionista o lo que usted quiera. A que empiece acercándose a la administración municipal y sepa qué posibilidades le ofrecen, y a que no se quede quieto, siempre se puede ir un poco más allá.

Oportunidades hay muchas, lo único que falta es el interés y las ganas para ir a buscarlas.

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