Los hijos. Los hermanos. Los padres. La familia. Los amigos. Los vecinos. El cafetal. Los perros. La vereda. La tierra. La tranquilidad. Regresar para recuperar todo lo perdido en aquellos años en los que tocaba escapar de las balas y las amenazas sin tener certeza del futuro.
Restitución de tierras en Montebello: Según la URT, gracias a las 74 sentencias proferidas por los jueces, se han reconocido como propietarios legítimos a cerca de 1.000 personas, en poco más de 215 hectáreas, donde se vienen invirtiendo más de 1.200 millones de pesos en proyectos productivos de café, ganadería, frutales, plátano y aguacate.
Vereda Sabanitas. A media hora de la cabecera municipal. Municipio Montebello. Una carretera no pavimentada cubierta por la sombra de un túnel de árboles. Al borde de la carretera se visualiza el río Buey separando dos cadenas montañosas pertenecientes a Montebello y a Abejorral. El río, la zona limítrofe de dos regiones antioqueñas fuertemente golpeadas por el conflicto armado: el Suroeste y el Oriente.
Al final de un camino, una casa desgastada por los años, pintada de un rojo desvaído. Un par de niños jugando y un perro que no desampara a su dueña. “Beneficio” se lee sobre una pequeña puerta. Adentro está Fidelia Tobón Marulanda mirando cómo van las máquinas nuevas con las que fue beneficiada gracias a la Unidad de Restitución de Tierras -URT. Su proyecto: producción de café en su finca. En su terreno.
Terreno que debió abandonar por una guerra sin sentido. Una guerra entre grupos al margen de la ley y la Fuerza Pública. Bandos que se enfrentaban por el control de cada rincón de Colombia. El límite de la legalidad fue difuso para la Fuerza Pública, que sin importar las consecuencias fatídicas para las poblaciones que habitaban cada rincón, se convirtió en victimara. Soldados con camuflado subordinados por la ley. Ley que no se cumplió. Al hermano de Fidelia, Albeiro, lo asesinó el Ejército Nacional.
Aunque duele recordar y la historia no se comenta mucho, Fidelia y su madre relatan el día en que la violencia; que tan lejana parecía, llegó con su maquinaria sangrienta: “[Albeiro] trabajaba manejando un carro y en esta finca que había comprado con Fidelia. Una mañana salía de su finca con la hija mayor y en la carretera salieron soldados del Ejército. Yo escuché unos disparos como a las 5:00 a.m. y no supe qué había pasado. Mi esposo salió a asomarse, pero ellos [Ejército] tenían todo tapado”.
Restitución de tierras en Montebello: Con un total de 449 solicitudes de restitución de tierras, Montebello es uno de los municipios con mayor porcentaje de avance en el departamento correspondiente al 98%.
El proyecto de desarrollar una finca cafetera con todos los estándares de calidad quedó en veremos. 14 de diciembre del 2006. Año 2007. Año 2008. Año 2009. Los árboles seguían creciendo sin una mano que los cuidara y la casa roja seguía envejeciendo y desvaneciendo su color por las lluvias, por el abandono, por el aparente olvido.
Pero la tierra nunca se olvida, se lleva casi en las venas. La tierra es la raíz, el símbolo. Después de tres años sin regresar y sin saber el porvenir de las tierras que dejaron, Fidelia volvió. No podía dejar en el pasado una vida con la que tanto habían soñado. Quería volver para retomar lo que un día había prometido con Albeiro y sus otros familiares: el proyecto de café. “En el 2010 empecé a venir por días. Pero de día. Con el Programa de Restitución ya uno puede estar. La satisfacción es muy grande. Ya uno tiene ese lugar donde estar”.
Con la Ley 1448 del 2011 se dictaron medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado. La reparación incluye el derecho a la restitución de tierras si la persona fue despojada de ellas. Fidelia ingresó al programa de la URT para buscar la forma de regresar a Sabanitas, a la casita roja. Después de varios procesos administrativos y jurídicos, el 14 de diciembre de 2015 llegó la sentencia N° 024 (012). El documento que especifica que la tierra podrá volver a ser de ella sin ningún problema, sin ningún temor. El documento que permitió, gracias a la ayuda económica y social que brinda la URT, volver a sembrar café. Ese es el documento que le permitió tener una nueva casa, ahora blanca y de techo azul. “El programa es una ayuda que llega para volver al campo. Porque es muy difícil volver a empezar con todo abandonado. Para mí ha sido una ayuda muy grande. Aunque el dolor no se me va a quitar porque me den una casa de 10 pisos”.
Los hijos. Los hermanos. Los padres. La familia. Los amigos. Los vecinos. El cafetal. Los perros. La vereda. La tierra. La tranquilidad. Sembrar. Recoger. Las frutas. El café en la mañana. El café para vender. El café para vivir. El café para recordar a Albeiro. El café para entender que uno es del lugar donde sembró los sueños de un mejor futuro. Y a ese lugar hay que volver.
Un asunto de tierras en Montebello: Actualmente hay 11 casos en etapa administrativa (en estudio por parte de la URT), 40 casos no ingresaron al registro y 381 sí fueron incluidos al Registro. De esos 381 casos, hay 267 con sentencia, 64 están en proceso de diligenciamiento de la demanda por parte de los abogados de la URT y 50 demandas están pendiente de respuesta judicial.