Samuel Muñoz nació el 16 de agosto de 2006 en Medellín, pero creció en Fredonia y allí germinó su pasión por el fútbol. Desde los 7 años empezó a jugar con el balón y no se ha detenido. Hoy, con 18 años de edad, su talento lo ha llevado a ser uno de los cuatro seleccionados entre más de 500 aspirantes para viajar a Argentina y continuar su formación futbolística.
“Mis mayores apoyos en este camino siempre han sido mis padres, Luisa Fernanda Patiño Quintero y Wilmar Deossa Avendaño. Ellos han creído en mí desde el principio, incluso cuando todo parecía lejano”, dice Samuel.
Su primer entrenamiento fue con Márgara, una entrenadora de fútbol reconocida en el municipio, pero pronto tuvo que desplazarse a Medellín para continuar su proceso. Allí jugó con clubes como Rexistenzia Norte, La Nueva 9, y Ferroválvulas, además de participar en la Liga Antioqueña y en torneos nacionales. Cada paso fue preparando el camino para este nuevo capítulo que está por comenzar en tierras argentinas.
“La invitación a Argentina significa un logro demasiado grande, tanto a nivel personal como para mi familia. Ha sido fruto de mucho esfuerzo, dedicación y constancia. Este sueño lo he trabajado con el alma”, afirma Samuel.
Más allá de las canchas, también tiene claras sus metas personales: “quiero crecer primero como persona y ayudar a otros. Me imagino en cinco años siendo un referente para los jóvenes, apoyando procesos y trabajando para convertirme en uno de los mejores jugadores de Europa”.
A través de sus redes sociales -Instagram: @samuelmunoz2006_ y Facebook: Samuel Muñoz- ha compartido su historia, para motivar a otros y buscar apoyo económico que le permita continuar su proceso en el exterior.
Las personas interesadas en colaborar pueden hacerlo a través de
Nequi: 3117827300
Bancolombia ahorros: 54059494093
“Mi mensaje para quienes quieran ayudarme es que crean al máximo en mí. Este es un sueño muy grande. Voy a representar a Fredonia de la mejor manera y dejar el nombre del municipio en alto. A los jóvenes les digo que los sueños sí se cumplen, pero hay que lucharlos hasta el final. Nada es fácil, pero tampoco imposible”.