Comparta esta noticia

Colombia es el segundo país con mayor biodiversidad en el planeta, posee cerca del 45% del total de páramos de todo Sudamérica, es el tercer mayor exportador de café en el mundo, y su ubicación estratégica es clave para el comercio con países, incluso de otros continentes. Aun así, el grueso de la población siente que atravesamos crisis constantemente, o que no hay suficientes oportunidades para todos, o dicho de modo más entendible, “la situación está muy dura”.

¿Qué hace que Colombia aún sea un país en vías de desarrollo?, ¿Por qué con tanta riqueza natural y cultural, la situación siempre está dura o difícil?… ¿Será que hacemos lo que menos nos conviene?

La actividad económica de un país, Estado o territorio puede dividirse en tres grupos que los economistas llaman sectores económicos.

Sector primario o agropecuario: es el sector que enfoca sus actividades en la extracción de materias primas, sin ningún proceso de transformación, por ejemplo: la ganadería, silvicultura, pesca, agricultura, etc.

Sector secundario o industrial: comprende todo lo relacionado con la transformación industrial de materias primas, que sirven para la producción de nuevos productos. Por ejemplo, manufacturas, alimentos procesados, juguetes, etc.

El Banco de la República divide al sector secundario en dos sub-sectores más: Industrial extractivo, extracción minera y de petróleo; e Industrial de transformación: envasado de legumbres y frutas, embotellado de refrescos, fabricación de abonos y fertilizantes, vehículos, cementos, aparatos electrodomésticos, etc.

Sector terciario o de servicios: este sector se considera no productivo, y es porque no genera productos o bienes tangibles, sino que comprende todo tipo de servicios que se requieren para el funcionamiento de la economía, como servicios médicos, de transporte, financieros, educación, etc.

Los países, de acuerdo con sus capacidades, producen bienes y servicios que ofrecen a otros y al mismo tiempo compran bienes y servicios que no pueden producir.

Tal es el caso de Colombia, que no produce computadoras (Sec. Secundario) por lo que tiene que importarlas, pero sí produce café (Sec. Primario) y lo exporta a países no productores de café como Estados Unidos.

Sin embargo, dentro del engranaje de todo este proceso económico, es importante resaltar que el valor o precio de un bien es directamente proporcional al valor agregado que se le da. Es decir, mientras más se transforme un producto, más costará. No es lo mismo vender piedras a vender esculturas de piedra; o vender granos de café a vender expresos y capuchinos.

Colombia es un país enfocado mayormente en el sector primario; en el secundario casi que únicamente para extracción minera y petrolera, por lo que nos vemos obligados a recibir ingresos más bajos a causa de la poca transformación y valor agregado que generamos.

Del mismo modo, países como Japón, Estados Unidos, y algunos de Europa que se dedican a la investigación y creación de nueva tecnología, transformación de materias primas y dar valor agregado a sus inventos y mejoras, son países con mayores ingresos.

Es importante replantearnos como región, y a modo personal, qué valor agregado estamos dando a lo que hacemos. No pensemos en vender más buscando obtener más ingresos, sino en vender mejor, dar más valor mediante innovación y transformación; y una vez resuelto esto, el Suroeste, el departamento y Colombia, con su gran riqueza natural y social, podría ser sin duda ¡el país más rico del mundo!

Comentarios
Comparta esta noticia