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Con preocupación ve la comunidad educativa del Suroeste los casos de robos que se han presentado en los últimos días en instituciones rurales de los municipios de Betania y Ciudad Bolívar.

En el primero, la víctima fue la sede del Centro Educativo Rural La Merced ubicado en la vereda El Bosque -a 40 minutos del casco urbano- allí los delincuentes arrancaron las ventanas: 

El domingo nos enteramos de que arrancaron las ventanas para entrar a las instalaciones de la escuela y que se robaron el cableado eléctrico y el de internet, iban en busca de cosas de valor pero allá no tenemos equipos, nos hicieron fue muchos daños. 

Le contó a este medio Luz Delia Valencia Sánchez directora del Centro Educativo Rural La Merced, quien agregó que la novedad fue presentada ante el CTI y que están a espera de que el municipio les colabore con las reparaciones correspondientes: «es una sede que tiene pocos estudiantes pero igual estamos preocupados por su seguridad. Además nuestra infraestructura no es la mejor, ojalá que con las ventanas nos colaboren con una pinturita». 

En el segundo, la víctima fue la Sede San Miguel de la Institución Educativa Rural La Ermita, ubicada en la vereda Abejero -a 8 kilómetros y medio del casco urbano- allí los delincuentes rompieron un muro para ingresar:

En la semana institucional estuvimos trabajando martes, miércoles y jueves en la sede principal, y el viernes los docentes fueron a las sedes de cada uno, cuando la profesora llegó a la sede de San Miguel encontró un hueco en un muro y cuando entró se dio cuenta de que ya no estaba la pintura que teníamos para embellecer la escuela, ni el material didáctico para los estudiantes. También se metieron al espacio donde está la biblioteca y desordenaron todo, dejaron las cosas tiradas en el piso. Por fortuna antes de vacaciones sacamos de allá todos los materiales y equipos de valor. 

 

Le contó a este medio Mónica Colorado directora de la Institución Educativa Rural La Ermita, quien además explicó que este no ha sido el único robo en la sede sobre la cual manifiesta que no cuenta con vecinos cercanos:

Las otras veces los delincuentes se han llevado los cables de luz, bombillos, lámparas, y hasta la caja de la energía; y en la casa contigua a la escuela como está desocupada, levantan las tejas y se meten ahí a dormir, hemos encontrado cobijas, trapos, papeles.

La directora agrega que en el 2016 la sede principal fue saqueada y que a la fecha, pese a haber puesto la denuncia, no han recibido información al respecto:

Nos robaron 22 computadores, dos video beams, dos discos duros, todas las memorias, aproximadamente 600 mil pesos y nunca apareció nada, la Sijín casi que no nos recibe el denuncio y tuve que ir a hablar con la secretaria de Educación de ese entonces y ella llamó al secretario de Gobierno para que el llamara a la Sijín a decir que nos tenían que recibir, entonces imagínese ahora con este evento que fue de menor cuantía, no creo que nos lo reciban.

Mónica Colorado argumenta que después de finalizar la jornada escolar, los centros educativos rurales quedan a disposición de quien quiera entrar, puesto que no hay vigilancia «ya no sabemos si poner luz, clavos, es que no tenemos la forma, ya a lo último van a terminar es haciendo un túnel, imagínese que hay sedes en las que se han robado hasta las ollas», por ello hace un llamado al Ministerio y a la Secretaría de Educación del departamento para que implementen servicios generales en estas instituciones de manera permanente, pues dice que en las sedes urbanas sí hay vigilancia pero solo hasta las 10:00 p.m.

Sobre el tema conversamos con Ángela Patricia García secretaria de Educación de Ciudad Bolívar y nos dijo que:

El municipio no puede asumir esa carga de personas que cuiden las 34 sedes rurales que tenemos, les pedimos a los rectores y rectoras que tomen medidas como reforzar las rejas, pedir ayuda de los vecinos para cuiden o den aviso si ven a personas extrañas, porque el recurso nuestro es poco, y además esto debe ser una responsabilidad compartida con el Ministerio de Educación, la Secretaría departamental, esto debe ser una suma de esfuerzos, nuestro municipio es de sexta categoría. 

Ambas directoras coinciden en afirmar que en algunos casos se puede tratar de personas sin sentido de pertenencia que llegan a generar daños en las escuelas, pero que sin lugar a dudas, en el Suroeste se han presentado en años anteriores muchos casos de robos a centros rurales que podrían obedecer al accionar de una banda delincuencial.

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