Comparta esta noticia

Por: Rodrigo López Estrada Maestro jubilado, Secretario Centro de Historia de Jericó

¡Ojalá no quererte tanto Jericó! La cercanía es la clave del gobierno, pero el gobierno solo está cerca cuando le conviene, o en elecciones o en la tributación, y a todos los gobiernos, al de Colombia, al de Antioquia y al de aquí; todo les molesta de nosotros, menos nuestros votos y nuestros pesos. Pero exija y verá, pida y se dará cuenta, critíquelos y veremos tigres. Descúbrales sus arrogancias y soberbias y verán medidas que prohíben y maltratan. Hay que iluminar distancias ¡Cerca de nosotros cuando nos necesitan y lejanos cuando los necesitamos!

La droga se roba la mente de nuestros niños y jóvenes; el clima no está loco, el loco es el ser humano que dice una cosa y hace otra, se cree VERDE pero apoya la minería AQUÍ; se dice educado porque “enseña” pero no se da cuenta que no hemos mejorado nada en los últimos años en educación porque no se enseña a leer críticamente ni con reacción, maestros que temen a sus superiores y los tratan de “jefes” para advertir sumisión que se repite en sus estudiantes que a la vez “cumplen” con tareas que ya están resueltas; y no son críticos porque no quieren descubrir las contradicciones de lo que apoyan, SINO porque no descubren los argumentos válidos; y los políticos saben que la educación es baja entonces la aprovechan para manipular a la gente metiéndole cuentos de ‘castrochavismo’, de mano firme, de corazones grandes ¡Que viene el coco! Que ellos sí van a cambiar este mundo de incredulidad por un mundo sin el cuatro por mil y sin IVA y sin bandidos, pero ¿Quiénes son los bandidos? ¿Dónde están los bandidos? ¿Cómo reconocer a los bandidos?, prohibido llamar bandidos a los que se roban el erario o a los que contratan a su amaño para sacar tajadas que obligan a ley de quiebras o a quietudes humillantes que se llaman atrasos.

Que hay que meter más fuerza pública, que han triplicado el número de policías, sí, pero para qué ¿Qué ha mejorado? El muerto no está aguas arriba, la solución es la educación y la VERDAD: seres pensantes, no sumisos al sistema que manipula y compra. La esencia está en DEFENDER LOS TERRITORIOS de la minería extranjera que nos azota y los enriquece. Aquí cobran bolsas para “proteger el medio ambiente” pero venden páramos y tierras cafeteras para la minería extranjera.

El transporte de la madera por la carretera del río Piedras debería hacerse en carros más livianos y que las tractomulas, dobletroques y cuatromotos las recojan en una zona urbana cercana de la carretera principal que también necesita mano urgente, podría ser en La Laguna u otro lugar. Se habla y habla pero las motos veloces siguen atentando porque falta AUTORIDAD, a nuestros pueblos llega el microtráfico y con este el homicidio, como dicen alcaldes y candidatos a la presidencia tan queridos todos ahora.

El teleférico parado, la carretera dañándose, el turismo clamando a gritos mejores ofertas de atención con zonas verdes de calidad con baños públicos y zonas de parqueo sin las convulsiones que vemos en casi todas las calles. Los cables y alambres se multiplican por el aire encima de las calles y las casas hermosas.

Esos dos bustos debajo del atrio que tanto asombro causan a turistas y propios. Tantos perros tan bonitos pero callejeros. Y aun así seguimos siendo visitados por bellos y especiales: raza buena, historia digna de respetar, arquitectura hermosa digna de mejorar una y respetar otra, paisaje natural que tiende a degradarse si no se ordena y organiza el territorio o protege desde el EOT, instituciones con sentido de pertenencia, herencia de padres y abuelos con responsabilidad, hospitalidad a toda prueba, decencia que no se puede vender… Y no la felicidad rabiosa que aparentan los que aquí buscan riquezas en vez de vida grata.

Uno no puede maquillarse de honestidad, dijo Mockus; la confianza la da la transparencia. El dinero nos desfigura, la vida de entrega y de servicio nos transfigura, nos dijeron otra vez en Semana Santa pero ya lo olvidamos porque tiramos aleluyas después de gritar: ¡Crucifíquenlo!  Estemos más cerca de Jericó que es nuestra tierra y no distantes de su realidad.

Comentarios
Comparta esta noticia