Por: Natalia Metrio Gómez
Este hijo ilustre del municipio de Titiribí falleció el pasado 6 de noviembre en Bogotá a sus 85 años, después de padecer por largo tiempo la enfermedad del olvido, un alzheimer que lo llevó a desconocer sus familiares, amigos y hasta su música.
‘Las cumbias más lindas del mundo’ y ‘Las canciones más lindas de Colombia’ fueron interpretadas por el maestro Jaime Llano, así se llamaron dos de sus discos de larga duración que contienen una selección de las mejores cumbias y una selección de las mejores piezas de la música colombiana, ambas fueron hechas con el sonido que lo caracterizó y que marcó su obra, el del órgano eléctrico.
Vivió sus primeros años en las montañas de Antioquia, escuchando las músicas populares latinoamericanas que llegaban con fuerza de todo lado, como los aires argentinos del tango y la zamba, los valses peruanos y ecuatorianos, las cuecas chilenas y el bolero mexicano; aunque todos estos ritmos fueron influencia para su obra, lo que marcó su trayectoria de manera definitiva fue el amor por el folclore de todas las regiones de Colombia, desde los pasillos y bambucos de la región andina, hasta la cumbia y el porro del caribe.
Su mamá, Magdalena González fue su primera mentora en la música, le enseñó a ejecutar el tiple y posteriormente, el piano; más tarde y por su propia cuenta aprendió a tocar el órgano eléctrico, cuando trabajaba en el almacén de pianos y órganos J. Glottmann; nunca fue al Conservatorio a estudiar este instrumento porque en ese entonces solo se enseñaba música clásica y él ya estaba decidido por los ritmos colombianos que siempre fueron considerados populares:
“Mi ilusión era tocar la música colombiana en el órgano eléctrico, que sonara bonito, entonces, nunca tuve un profesor porque no había quien tocara música popular en piano u órgano”, contaba Jaime Llano González.
Llegó a Bogotá en 1953, donde promovió los valores de la música tradicional desde los nacientes medios de comunicación, fue así como trabajó en la realización de diferentes programas radiales en las emisoras La Voz de Colombia y Nueva Granada, y en programas de televisión como Así es Colombia, Tierra Colombiana, Los Maestros, Reportaje a la Música y Embajadores de la Música Colombiana.
Tanto su música como su incursión en los medios cobraron vital importancia para la difusión de la cultura colombiana en el mundo, sus trabajos discográficos retomaron la obra de los grandes autores de Colombia como José Barros, Lucho Bermúdez, Jorge Villamil y José A Morales.
Juancho Vargas, pianista, compositor y director artístico de varias empresas de discos en Medellín, compartió con él su gusto por los pianos y por la cumbia, llegaron a grabar juntos en la empresa Codiscos y se encontraron en muchas ocasiones en los estudios de Sonolux, sobre él afirma que:
“Siempre fue un excelente intérprete del órgano y un gran conversador, resaltaba por su sentido del humor”.
En el programa ‘Donde Nacen las Canciones’, de la emisora Nueva Granada, nació verdaderamente una de sus composiciones más reconocidas: ‘Si te vuelvo a besar’, un bolero que cantó su gran amigo, Víctor Hugo Ayala, cantante tenor de Colombia, quien recuerda como si fuera hoy ese buen momento de la música colombiana: “Jaime hizo esta canción para el programa, abríamos con ella y cerrábamos con ella, la gente la reclamaba”.
La amistad entre estos dos músicos trascendió los años, el pasado 6 de noviembre, después de enterarse de la muerte de Jaime escribió en su muro de Facebook:
“Hoy despido con profunda tristeza al maestro, al amigo y hermano del alma. Gracias Jaime Llano González por toda una vida de recuerdos dentro y fuera del escenario”.
Cerca de dos mil interpretaciones grabadas en más de setenta producciones discográficas del maestro Jaime Llano reposan hoy en diferentes colecciones privadas, luchando también contra la enfermedad del olvido, pero en una sociedad que parece desconocer la importancia del legado de muchos autores como él, a quien debemos recordar para siempre.