Jimena, una joven que habla con el corazón
300 jóvenes de Antioquia, líderes en sus territorios, llegaron el lunes 01 de mayo a la Institución Educativa Monseñor Jesús Iván Cadavid del municipio de Urrao para ser partícipes del Campamento Juvenil de Noviolencia – Aventureros 2023. Entre esos 300 aventureros estuvo Jimena Muñoz, una joven amagaseña, estudiante de Historia, convencida de que la Noviolencia es la solución a muchos de los conflictos que aquejan nuestro país.
Es una apasionada de la memoria, la historia y el patrimonio. Coordina el grupo de Vigías Patrimoniales del municipio de Amagá y desde hace cinco años es promotora de la paz y la Noviolencia como estilo de vida. En 2019 Jimena ingresó como becaria a la Fundación Mahatma Gandhi en la ciudad de Medellín, allí se enamoró de la filosofía de la Noviolencia, del servicio social y se convirtió en multiplicadora de estos ideales en su territorio.
Este año, Jimena participó de los tres eventos centrales de la iniciativa Mayo por la Vida de la Gobernación de Antioquia, hablamos sobre su experiencia y cómo los jóvenes se apropian de estos espacios y asumen retos que contribuyen a la construcción de paz.
La Marcha
Jimena fue una de las caminantes de la marcha de la Noviolencia a Caicedo 2023, la describe como una experiencia enriquecedora, donde había diversidad de personas que de alguna manera se relacionaban con el conflicto y la Noviolencia, personas de todas las edades, diferentes municipios, ocupaciones, líderes de paz, excombatientes, políticos, docentes que comparten una idea en común: la Noviolencia. “Caminar es un acto de sufrimiento y de alguna manera es un acto para sanar o reflexionar. Yo creo que Colombia es un país que está dolido, no hemos superado el conflicto tan grande del siglo XX, seguimos en duelo. Nosotros, los marchantes, representamos un acto de apoyo emocional y mental, un acto de resistencia para dejar atrás la violencia y el dolor”.
El Campamento
Al campamento juvenil se presentaron 980 jóvenes de todo el departamento, pero sólo fueron seleccionados 300, quienes durante tres días recibieron un entrenamiento para convertirse en líderes de la Noviolencia, entrenamiento que estuvo a cargo de Colombia Noviolenta, una organización que a través de la música le apuesta al cambio social.
“La Noviolencia no es para personas débiles, no es para personas perezosas o no motivadoras; es para valientes, para jóvenes que quieren aportar, transformarse y transformar su entorno”.

Los jóvenes fueron distribuidos en tribus que tenían el nombre de un líder mundial de la Noviolencia, Jimena estuvo en la tribu de Shirin Ebadi, la primera mujer iraní y musulmana en recibir el Premio Nobel de la Paz (quien estuvo en Caicedo en la Cumbre Internacional de la Noviolencia). Cada tribu hizo una reconstrucción histórica de su personaje y luego compartieron lo aprendido.
“Una de las actividades más bonita fue en la noche, nos dieron una vela y había un espacio del colegio que estaba ambientado como un cementerio, lleno de lápidas, había 300 lápidas, una por cada joven del campamento, estaba nuestro nombre, fecha de nacimiento y un signo de interrogación, nos tocaba llegar y buscar cada uno su nombre con la luz de la vela. Muchos lloramos porque la reflexión era: qué estás haciendo ahora para mejorar, porque en cualquier momento la vida se te va a acabar y no vas a lograr lo que sueñas”.
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La Cumbre
El jueves 04 de mayo, Jimena junto con los otros jóvenes que participaron del campamento se desplazaron hasta el municipio de Caicedo para asistir a la Cumbre Internacional de la Noviolencia, con ponentes internacionales de países como Irán, Ruanda, Alemania, México y Estados Unidos, hablando de las experiencias al interior de cada país.
Jimena destacó la ponencia de Lou Ann Ha’aheo Guanson: “ella dice que la Noviolencia se trata de hablar con el corazón y eso me movió mucho porque explicaba que hay diferentes tipos de amor a los otros; está el amor romántico, el amor filial y está el Agapē, que es el amor a aquello que no puede ser amado o no quiere ser amado, o sea, es amar incluso a tus enemigos”.
¿Por qué es importante que los jóvenes se apropien de estos espacios?

“Hay un lema común que dice que quien no conoce su historia está condenado a repetirla, y creo que nosotros como jóvenes no somos el futuro; somos el presente y podemos empezar a aportar desde nuestras acciones para generar un cambio en la nueva generación: que miren la Noviolencia como una forma de vida y un proyecto a seguir”.
¿Crees que en tu municipio, Amagá, se puede lograr la Noviolencia?
“Yo creo que es un acto pedagógico; si desde las escuelas, desde la familia nos ponemos la meta o la tarea de enseñar la Noviolencia, lo podemos lograr. Teniendo en cuenta que antes debemos sanar esas heridas que nos ha dejado el conflicto y no ser replicadores de nuestros odios y rencores en las niñas, niños y en los jóvenes. La Noviolencia es un acto pedagógico que empieza en la casa, en la escuela y que se replica en los territorios y los lugares que frecuentamos, no es sólo obligación del gobierno, sino una responsabilidad que compartimos todos”.
Por Mariana Salas Valencia