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Por: Maria del Mar Giraldo Rendón, periodista El Suroeste

Agua, ¿dónde estás? ¡Te vemos cerca pero estás oculta bajo colchones viejos, pañales, taburetes rotos, cobijas de plásticos y cuanta contaminación podamos conocer! Este panorama debe cambiar.

“El agua es vital para el planeta” o “sin agua no hay vida” son expresiones que se escuchan repetidamente para visibilizar la crisis del agua. Y aunque parece que no hicieran eco en cada rincón, hay conversaciones y acciones que activan la conciencia ambiental.

A La Gulunga parte baja se llega después de una hora y media de camino desde el parque principal de Salgar. Allí viven las hermanas Gladys Miriam Osorio y Luz Ángela Osorio, en dos fincas cafeteras separadas por una quebrada, y aunque caminan casi 40 minutos para visitarse, este no es impedimento para encontrarse con otros vecinos a trabajar en lo que llaman sistema de conversación para el cuidado del medioambiente.

“Conservar, proteger y cuidar son la base fundamental para el equilibrio de la vida. Si uno conserva el agua, tiene una vida muy feliz. De la parte ambiental llega la parte social y económica”, comenta Gladys al relatar que desde el año 2006 participan en un proceso constante de preservación ambiental en su vereda.

Todo inició cuando desarrollaron un proyecto llamado Corredor Alto Andino; los cafeteros del sector debían mejorar las prácticas agrícolas para que sus fincas fueran certificadas como lugares sostenibles. La finca de Gladys se convirtió en un referente porque allí se preservan el agua y el bosque y se produce café.

Los vecinos empezaron a indagar otras formas de ayudar a cuidar el entorno y así surgieron varias iniciativas, enfocadas especialmente en la protección de las fuentes hídricas que surten los acueductos: Aguas Frías y La Cidrera.

“Estamos delimitando áreas de vida, esto para saber cuáles lugares debemos cuidar, porque generalmente sabemos dónde nace determinada fuente de agua, pero no sabemos hasta qué punto es cuidada. Es bueno que la gente mire por dónde va esa delimitación para que podamos cuidar el agua”, explica Luz Ángela.

¿Cuáles son las estrategias? Reciclaje: “Se implementó la manera para que esas cosas inservibles -lo que se guarda en el cuarto de rebujo- se dispusiera como reciclaje. Nos vamos de casa en casa con la mulita recogiendo y todo lo llevamos a la caseta de la Junta de Acción Comunal”, describe Gladys.

Rellenos: para mejorar la calidad del agua: “Llevamos a 30 casas unas canecas donde se depositan las basuras. Hicimos un mini relleno de más o menos un metro de ancho y hondo para echar ahí todo lo que tiraban a las quebradas”.

Análisis del agua: un método para hacer un uso responsable del agua, “medimos el caudal a través de unos instrumentos para saber cuánta cantidad de agua se puede utilizar para el beneficio de las familias, lo demás se deja correr para que el agua no quede contaminada”.

Hoy, los vecinos de La Gulunga pueden decir con orgullo que sus fuentes hídricas están menos contaminadas y aunque el proceso de reflexión en la comunidad fue difícil por los cambios en las rutinas que conlleva la conservación, están más convencidos que nunca de que estos procesos de conversación en comunidad se pueden replicar en otros lugares.

  • Luz: “Tenemos que concientizarnos de que el otro es parte fundamental y si no hay conciencia de cuidar el medioambiente, que es esa casa grande donde todos estamos, entonces la vida que estamos llevando no tiene objetivo”.
  • Gladys: “Por eso no nos cansamos, damos el máximo para que en nuestra vereda seamos más los que conversamos y conservamos”.

 

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