“Que nos entreguen la casa porque pasamos de tener todo a tener nada” este era el anhelo de Sandra Rincón en 2016, un año después de que La Liboriana le arrebatara a casi toda su familia. El pasado 18 de mayo conversamos con ella de nuevo y nos confesó que: “estamos felices en la casa, el 15 de diciembre del 2016 nos la entregaron y nos pasamos el 17, nosotros fuimos incluso los primeros en pasarnos, y ya los vecinos fueron llegando a los 8, a los 15 días. La hemos arreglado mucho, parece un pesebre porque a mi hermana le gusta mucho el jardín, y en la sala, tenemos un lugar con las fotos de todos. Ahora sí tenemos un hogar a donde llegar”.
Los colores cálidos, el estilo campesino de puertas abiertas y matas en cada esquina, son detalles que el tiempo no puedo borrar, pues la familia Rincón se encargó de revivirlos en su nueva casa, como un ritual que les ayuda a conservar la memoria de Carlos Rincón, el padre; Gloria Elena Moncada, la madre; Laura Verónica, la hermana; Violeta y José David Restrepo, los sobrinos; Rocío Rincón, la tía; Marcela y Jhon Hernández; los primos.
La casa de Sandra y sus hermanos hace parte de la Aldea La Margarita, ubicada en el corregimiento que lleva el mismo nombre y que fue uno de los más afectados por la avenida torrencial de hace dos años, pues en la zona donde ya habían sido identificados riesgos hidrológicos y geológicos, perdieron la vida familias enteras que se dedicaban a la agricultura.
El proyecto que tuvo una inversión de 2.300 millones de pesos y que fue construido por la Corporación Encuentro de Dirigentes del Suroeste antioqueño, está conformado por 30 viviendas. El año pasado instalaron allí una planta de tratamiento de agua potable.
“Mi papá nos dejó una tierrita y la estamos trabajando para salir adelante, él nos enseñó el amor por el campo, y puedo decir que mi hermano era el que más soñaba con volver a trabajar, entonces en ese sentido él ya recuperó su vida”, narra Sandra Restrepo y es que el objetivo es que como su familia todas las otras recuperen su tradición agrícola y por eso el Gobierno Nacional les ha restituido con cultivos de café y plátano, cabezas de ganado y equinos, marquesinas para el secado del café, semovientes, abonos, fertilizantes y demás elementos que fueron registrados en el censo.
¿Y la vida de ustedes? “mi hermana llora mucho, a ella le cuesta luchar con los recuerdos, pero las cosas no se quedan como el día en que pasaron y nosotros siempre los vamos a llevar en el corazón, además hay que aceptar las cosas de Dios y seguir viviendo. Yo soñaba mucho con mi sobrina Violeta, ella era como mi hija. En uno de esos sueños ella me dijo ¡tía voy a venir por usted! Entonces ese día yo me levanté y le pedí a Dios fuerzas para seguir”.
Quizá lo único que le preocupa a Sandra, como a tantas personas a las que aún la lluvia espanta, son las presuntas fallas enel Sistema de Alertas Tempranas: “cuando llueve mi hermana no duerme. Como le parece que ayer (17 de mayo) ese río bajó gigante, porque llovió desde las 8:00 p.m. hasta la 1:00 a.m. yo no sé en serio cómo tiene que bajar para que esa alarma se active. Nosotros tuvimos que salirnos de la casa porque teníamos miedo, es que el río otra vez estaba bajando por el monte”.
Ella tiene 25 años, quiere retomar sus planes de estudiar y se confiesa como una enamorada de su trabajo en una cooperativa del pueblo. Su semblante es fuerte pero no lucha contra un sentimiento que sabe la seguirá acompañando: “yo agradezco que ninguna persona de mi familia quedara sufriendo, y creo que los que quedamos vivos somos muy fuertes. Si usted ve al bebé él está bien, y Dios lo dejó en la edad apropiada porque él aún no sabe qué es el sufrimiento, para él en este momento su única familia es el abuelo y es muy feliz porque en los ojitos se le ve”.
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El anhelo de una casa propia
Sandra se refiere a Jhosetb, su ahijado, el llamado ‘bebé milagro’ que venció la fuerza de La Liboriana contra todo pronóstico cuando solo tenía 11 meses. Al pequeño lo encontraron 3 kilómetros hacia abajo de la casa en la que esa madrugada dormía al lado de Marcela Hernández, su mamá. El hallazgo se produjo por el buen ojo de algunos sobrevivientes que en un principio pensaron que se trataba de un cachorro.
El bebé que por fortuna no quedó con ninguna secuela y hoy juega feliz y sonriente como cualquier niño de su edad, cantando y contando en inglés los números del 1 al 5 que le enseñaron en la guardería, ya es capaz de responder preguntas como: “¿en dónde está la mamá” “¡En shielo!” (En el Cielo) “¿Jhosetb a usted qué lo arrastró?” “¡Avancha!” (Avalancha). El próximo 14 de junio cumplirá 3 años y el sábado 17 la familia materna que le quedó en Salgar, le hará una fiesta para celebrarle un año más de esa vida que aseguran “tiene un propósito muy grande”.
Actualmente vive con Álvaro Hernández en el municipio de Andes, pues el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar le concedió la custodia permanente por considerar que su abuelo era el mejor núcleo familiar para criarlo y protegerlo. Y de ello no hay duda, Sandra Rincón afirma que él es un hombre amoroso, cuidadoso, trabajador, y que la edad no ha sido impedimento para que le enseñe valores al niño y hasta juegue con él sin importar que este cansado tras sus extenuantes jornadas como agricultor.
“Él me llena el corazón de alegría, llena el vacío porque es que fueron tres personas las que perdí: mi esposa, María Rocío Rincón Rodríguez, que era incondicional, siempre conmigo en las buenas y en las malas; mi hijo, John Alexis y mi hija, la mamá del niño, Mónica Marcela. Los extraño mucho. Yo solo le brindo amor y en los controles de crecimiento y desarrollo antes me dijeron que está pasado de saludable (risas). Lo cuido como a un tesoro, él para mí es un milagro, es muy inteligente porque todo lo que uno le dice lo aprende, sabe cómo hacen todos los animales”, describe con orgullo el abuelo.
Álvaro aprovechó el segundo aniversario de la avalancha que cambió su vida en todos los sentidos, para reencontrarse con algunos parientes de su querida María Rocío, a quien considera “son buenas personas, quieren mucho al niño”, y para volver a preguntar qué ha pasado con la casa que según dice, le prometió la Fundación Berta Martínez de Jaramillo hace dos años, en presencia del presidente Santos durante la adjudicación de viviendas que se llevó a cabo en La Margarita:“me volvieron a decir que no aparezco, que el sistema estaba caído. Yo voy a seguir averiguando porque es que a mí me la prometieron, y yo sueño con vivir aquí en Salgar con el niño en una casita propia”.
Sandra lo confirma: “a ellos no les correspondía casa porque al fin y al cabo no vivían acá, pero sí les hicieron la promesa, el presidente de la Fundación Bertha Martínez en el evento del primer año le dijo a Álvaro que le iba a dar una casa, incluso habló con nosotros, me dio el número de teléfono y yo empecé a hacer las vueltas, lo llamé, lo busqué, nunca nos respondieron, y uno se pregunta ¿cómo a tanta gente que no perdió nada, que ni siquiera vivía acá sí le dieron casa?”
¡A seguir pagando arriendo!
La misma pregunta se hace una mujer de 56 años a la que llamaremos Sol*, dado que nos pidió que reserváramos su identidad: “escuchamos ese traquido tan horrible, pusimos los pies en el suelo y el pantano nos llegaba hasta las rodillas, yo les dije ¡muchachos corramos que se está acabando el mundo!”, relata.
Dos años después, Sol se pregunta por qué si ella y sus dos hijos también fueron afectados por La Liboriana, hoy siguen pagando arriendo: “me dijeron que como yo no era propietaria entonces no tenía derecho, pero a mí la Fundación Bertha Martínez me dijo que tal vez sí me podían dar una casita y me pusieron a sacar unos papeles, yo los llevé pero jamás me dieron respuesta. Esas casas fueron muy mal repartidas, fueron dadas como con rosca ¿por qué darle varias a una misma familia? Ojalá algún día, pueda tener mi casita propia”.
Este año no fue posible contactar a Camilo Marín personero de Salgar, pero en mayo de 2016 en una entrevista concedida a este medio, aseguró: “en términos generales puedo dar un concepto favorable de cómo se gestionó la entrega de subsidios de vivienda, que no fue arbitraria. Lo que intenta el Gobierno es dar una solución a una problemática de habitabilidad y no a un restablecimiento patrimonial de los afectados”. Sobre el censo realizado por la UNGRD, que es la base de datos que permite que se asignen dichos subsidios o se permita postular para una vivienda, el personero declaró que se registraron casos de ciudadanos con denuncias de inconsistencias: “personas eran propietarias y en el censo fueron inscritas, por algún error humano, como arrendatarias, entonces eso sí les genera una problemática para una postulación por vivienda”.
“Salgar es un modelo de reconstrucción para Colombia”
Sin embargo, aún le falta un ‘poquito’ para llegar al 100 por ciento de la reconstrucción total, y ese ‘poquito’ le corresponde al barrio La Florida, que según lo que nos informó planeación municipal, a corte del 8 de mayo del presente año, el avance de obras iba en un 94.51%. Este proyecto está conformado por 186 casas y cuenta con una red de alcantarillado para la descarga de aguas lluvias. Se espera que esté listo entre la primera y la segunda semana de junio, los beneficiarios tuvieron activo el subsidio de vivienda hasta el pasado 30 de mayo.
El Alcalde Carlos Emel Cuervo Cañola manifiesta que: “el presidente Juan Manuel Santos tiene muchas ganas de venir para hacer la entrega de las casas. Ya todas están asignadas, cada familia sabe en dónde va a vivir”.
Esta unidad habitacional tuvo inconvenientes con la gestión de los predios, y por eso el proceso de construcción se retrasó, esta situación hizo que Salgar fuera el primer municipio en Colombia donde se aplicó laLey de Expropiación por motivo de Calamidad Pública: “aquí no hay en dónde construir, hubo mucha dificultad para conseguir los terrenos, incluso se expropió una parte”, señala el Alcalde.
Pese a que ya les fue adjudicado un nuevo hogar en La Florida, algunas familias lo han rechazado, según el mandatario: “en total son 10 que no han querido desocupar la casa, y unas están en riesgo. Algunas que en las nuevas edificaciones no van a tener espacio suficiente para ubicarse, otras porque tienen la actividad económica en la misma casa, tiendas por ejemplo, y unas porque están apegadas a lo material. Nosotros nos hemos reunido con ellas para aconsejarlas, les hemos insistido que lo mejor es que acepten las casas por su seguridad. De todas maneras ya sacamos un decreto de demolición, y muchas de esas casas van a ser demolidas”.
Se espera que el próximo 15 de junio el presidente Juan Manuel Santos vaya a Salgar para hacer la entrega oficial del barrio La Florida.
De otro lado, los otros dos proyectos fueron terminados y entregados a los habitantes sin ningún contratiempo: la Pradera tiene 50 casas y cuenta con una obra de ingeniería que canalizó las aguas desorientadas de la montaña para evitar un deslizamiento, empezó a ser habitado desde diciembre del 2016; mientras que La Habana, conformada por 42 viviendas, estuvo lista desde septiembre. Con una inversión de 709 millones, la vía de acceso al sector fue pavimentada. Los recursos inyectados a la línea de vivienda, superan los 20.182 millones de pesos.
Hoy muchas familias viven satisfechas en sus nuevas casas:
Mariana Mesa (14 años) habitante de La Habana: “Recuerdo mucho a un amiguito que se llamaba Daniel Fernando Urrego, él es uno de los desaparecidos. A pesar de todo estamos muy bien. Estas casas son muy cómodas ¡vea como tenemos de linda la de nosotros! Es bueno ver que lo que prometen sí lo cumplen. Estoy en noveno, quiero salir adelante y tener una profesión”.
Gustavo Betancur (60 años) habitante de La Habana: “Hace 7 meses que estoy aquí. Estoy muy amañado. A nosotros nos tocó blanquearla, ponerle el piso y nos falta ponerle reja a la puerta. Salgar después de la tragedia ha progresado mucho. Yo ya no puedo coger café porque sufro del mal de párkinson”.
Otras obras
Para enfrentar la contingencia, el municipio de Salgar expidió el Decreto de calamidad pública 035 de 2015, así como el Decreto 046 de 2015, y fue ampliada la calamidad por 6 meses más “según decreto 081 del 13 de noviembre de 2015, con el fin de tener la herramienta jurídica para atender la emergencia dada por la avenida torrencial”.
Se define como avenida torrencial: “aquella que ocurre por una prolongada precipitación sobre una cuenca de cañones y valles jóvenes, de altas pendientes, donde el suelo se satura más allá de su capacidad de escurrimiento, generando un rompimiento de los suelos que arrastran consigo gran cantidad de material en una masa fluida, que se desplaza vertiente abajo, por los cañones de drenaje, involucrando diferentes materiales (suelos, rocas, material vegetal), llega hasta los sitios donde encuentra un cambio de pendiente donde pierde fuerza y se deposita”. (Fuente Eduardo Parra Palacio, Ingeniero Geólogo).
A dos añosde la tragedia que borró una parte de la historia de Salgar, causó la muerte de más de 100 personas y dejó damnificadas a aproximadamente 1500, el alcalde Carlos Emel Cuervo afirma que: “Salgar es un modelo de reconstrucción para Colombia, prácticamente todas las personas que lo perdieron todo están estrenando casa, hasta construimos el parque que nos quedó muy bonito, tuvo un costo de 3.200 millones”.
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Gracias a una inversión que asciende a los 35 mil millones de pesos, se generaron soluciones habitacionales, pavimentaron vías, le cambiaron la cara al parque principal, construyeron alternativas de mitigación del riesgo; le brindaron apoyo al sector agropecuario, se prestó ayuda sicosocial a los sobrevivientes, construyeron 6 puentes peatonales y repararon 6 vehiculares; y desde el 22 de abril del 2016 se instaló el Sistema de Alertas Tempranas.
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Ante la inquietud de algunos habitantes sobre el funcionamiento de este sistema, el Alcalde sostiene que: “una vez el río crezca más de un metro se disparan las alertas y gracias a los simulacros, todos ya sabemos para dónde coger. Las alertas entre corregimientos no se escuchan, es decir, si suena en La Margarita, no se va a escuchar en La Clara, y viceversa, porque la idea no es generar angustia”.
El S.A.T. está compuesto por 7 puertos de sirena, 1 repetidora, 1 punto de control, y 5 sensores de monitoreo de nivel: “en el comando de Policía van monitoreando en qué niveles están los afluentes y ellos deben de informar cualquier eventualidad”, anota.
Frente al tema, el Director General de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres Carlos Iván Márquez, asevera que: “¡este es un laboratorio de renacimiento! El sistema de alertas está funcionando las 24 horas, está conectado por toda la cuenca, yo mismo lo probé hace 15 días cuando vino el alcalde de Mocoa a observar el proceso de Salgar. La gente le mandó mensajes de esperanza a su municipio, yo creo que se fue convencido de que cumplimos”.
Además de la quebrada La Liboriana, otros afluentes de gran importancia como La Clara y el río Barroso, también son vigilados de manera constante.
Puede ser de su interés: «En Salgar La Liboriana está vigilada las 24 horas del día» > http://ow.ly/Ddp030cjpq5