MANÁ surge en el 2003 como una alternativa integral para luchar contra la desnutrición infantil en Antioquia, y tras años de aciertos, premios y avances, también se han presentado reducciones presupuestales que han disminuido los cupos, en varias de sus líneas de acción.
La política pública por medio de la cual surge tenía una vigencia hasta el 2014, el año pasado se expidió una nueva. Además del tema económico, Hugo Alexander Díaz Marín, gerente del programa, también conversó con nosotros sobre el reto de garantizar la seguridad alimentaria para todo el departamento.
EL SUROESTE: Tras estos años de implementación ¿Qué puede decir hoy de MANÁ?
HUGO ALEXANDER DÍAZ MARÍN: Sentimos que en algún momento se perdió el rumbo, porque esta gerencia es la encargada de liderar todas las estrategias que apuntan a una política pública de seguridad alimentaria para el departamento, y en cierto momento, solo se fue encargando del suministro de alimentos y perdió su verdadera esencia. Esta nueva política nos pone frente a un reto muy grande, todos giramos en torno a la alimentación pero lamentablemente se vuelve un ejercicio tan mecánico que el ser humano se olvida de la relevancia que tiene para su propio desarrollo, hacerlo bien.
EL SUROESTE: ¿Entonces qué se cambia, qué se conserva?
H.A.D: Nos hemos puesto en el propósito de tomar la experiencia exitosa del programa pero enfocarla hacia asuntos como: política pública en el territorio, Plan decenal de seguridad alimentaria, todo el asunto de la pedagogía para ello, que tiene que ver con el escenario de la escuela, pero también con todo el departamento, para adquirir una cultura sobre el tema. También se tiene en cuenta el asunto de autoabastecimiento en el territorio, y cómo se conecta con las huertas, con el consumo permanente de frutas y verduras, que los campesinos puedan volver a plantar lo que van a consumir, que tengan parcelas comunitarias, etc., estos son proyectos esenciales dentro de una gerencia de seguridad alimentaria. Otro proyecto está ligado a los sistemas de información, yo tengo que tener claro cuántos niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos tiene el departamento y en qué estado nutricional están, porque las cifras son las que me llevan a tomar decisiones con certeza y criterio frente a cómo debe ser esa atención.
EL SUROESTE: ¿Y en qué consisten esos ajustes en la atención a partir de los sistemas de información?
H.A.D: Aquí teníamos una situación y era que todos los niños y niñas del departamento de 0 a 5 estaban siendo atendidos, y el análisis nos arroja que no todos los menores de la zona urbana requieren del complemento alimenticio, porque sus familias sí cuentan con los recursos económicos: son hijos de funcionarios, de dueños de tiendas, carnicerías, etc. Entonces hay que hacer un verdadero ejercicio de focalización, de definir criterios de atención para que realmente lo más necesitados accedan al programa de alimentación escolar. Esperamos que este ejercicio no genere mucho traumatismo, porque en esas 88 entidades territoriales se hará un recorte del 38 por ciento en la cobertura, a menos que la entidad diga yo tengo recursos.
EL SUROESTE: ¿Nos puede explicar el tema de la focalización?
H.A.D: Lo que le pedimos a los alcaldes es que inviten a los directivos de las instituciones educativas a que verdaderamente hagan un ejercicio de focalización de acuerdo con los criterios que establece el Ministerio de Educación, por ejemplo dice: señores rectores arranquen la cobertura atendiendo al 100% de los infantes del grado cero a quinto en las zonas rurales, y además atiendan a la población en situación de desplazamiento y en situación de discapacidad; y en la zona urbana, arranquen por víctimas del conflicto armado, de cualquier grado, y si le quedan todavía cupos focalice a nivel 1 del Sisbén, nivel 2, etc. Hoy estemos hablando de que el departamento de Antioquia de 273 mil niños que estamos atendiendo ahora, pasaremos a atender a 196 mil, y esto nos va a permitir hacer un verdadero ejercicio de focalización.
EL SUROESTE: ¿A cuántos niños y niñas está atendiendo el Programa de Alimentación Escolar -PAE en el Suroeste?
H.A.D: En el Suroeste estamos atendiendo 32.657 menores en restaurantes escolares, el año pasado estábamos atendiendo alrededor de 37.800, estamos hablando de una disminución de 5 mil cupos.
EL SUROESTE: ¿Y el tema del presupuesto?
H.A.D: El Programa de Alimentación Escolar tiene una bolsa común donde todos aportamos, estamos hablando del Gobierno Nacional, Departamental, y los gobiernos locales. Resulta que el Gobierno Nacional venía con un histórico de recursos para el departamento cercanos a los 44 mil millones de pesos, pero el año pasado le asignó a Antioquia solamente 23 mil millones de pesos, aproximadamente.Como esos recursos no se aportaron, 88 entidades territoriales solamente hicieron contrato por el primer semestre del año, 29 sí lo hicieron por todo el año pero se hizo un recorte de cupos. El Gobierno se comprometió a que en este mes nos gira los 18.860 millones de pesos que hacen falta para completar, nosotros estamos esperando a que llegue ese recurso. De todas maneras, el tema del PAE depende mucho de la voluntad de los alcaldes, de la inversión, porque si los alcaldes consideran que es un tema importante, creo que es el momento justo para que le inyecten recursos.
EL SUROESTE: ¿Cuál es el panorama de la desnutrición en Antioquia?
H.A.D: Si bien la desnutrición en Antioquia del 2003 al 2012 bajó, del 2012 al 2015 no siguió en la escala de descenso, entonces algo pasó con MANÁ. Estamos terminando de construir la propuesta ‘Antioquia Cero Desnutrición’, que pretendemos sea una apuesta integral, que reúna elementos pedagógicos, psicosociales, nutricionales, y en salud física que permitan que esos niños y niñas sean acompañados, que todos los integrantes de la familia entiendan la relevancia de nutrir a esos menores, o incluso a ellos mismos, porque también hablamos de familias en estados de desnutrición. El problema de Antioquia no es la falta de alimentos sino cómo estamos accediendo a ellos, qué factores están generando patologías asociadas con la desnutrición.
«El problema de Antioquia no es la falta de alimentos sino cómo estamos accediendo a ellos, qué factores están generando patologías asociadas con la desnutrición».
