Así como lo están leyendo, no hablemos de seguridad social. Permítanme hablar hoy de don ÁLBARO VALENCIA CANO, quien ha hecho posible que sin ser abogados o profesionales del derecho, comunicadores o periodistas, tengamos la oportunidad de compartir, aprender y enseñar a través de los medios de comunicación. Este amagaseño pujante y emprendedor, hace más de cinco años me invitó a compartir con la comunidad, a través de sus periódicos El Amagaseño y EL SUROESTE, lo que por más de 26 años aprendí y sigo aprendiendo en materia de nuestro sistema de seguridad social. Con el tiempo me extendió la invitación para llevar mi columna de opinión al canal comunitario Amagá TV de la Asociación Antena Parabólica Amagá, organización de la que fue su representante legal.
Soy quizá uno de los columnistas más antiguos del Periódico Regional EL SUROESTE y seguiremos haciéndolo mientras me lo permitan, porque así lo quiso don ÁLBARO, que de paso sea dicho, nunca me devolvió ni me editó escrito alguno, porque su profundo respeto por la libertad de expresión estuvo siempre por encima de cualquier consideración. Hoy por hoy, seguimos escribiendo y compartiendo de manera gratuita, porque el periódico también lo es, porque nunca he cobrado ni he pagado.
De don ÁLBARO solo me queda el reconocimiento a una persona íntegra, luchadora y fiel a sus principios, demócrata y cultor de solidaridad a través de la convivencia pacífica, la exaltación del arte y la cultura como pilares fundamentales de una sociedad. Fue así como creó el Torneo interveredal de fútbol municipal en Amagá, coordinado y dirigido desde el Hogar Juvenil Campesino y Minero, donde fungió como su director por más de 13 años. Fue también el creador y director del Festival de la Danza que cada año reunía a las escuelas de baile de municipios vecinos y del Área Metropolitana, en noches maravillosas, durante toda una semana cada año.
Hoy gracias a don ÁLBARO y sus inquietas ideas, los habitantes de Amagá tenemos la posibilidad de seguir en vivo y en directo las sesiones del Concejo Municipal, que son llevadas a la pantalla a través del canal comunitario Amagá TV, el que con gran acierto dirigió hasta el día de su muerte.
Su legado sigue, porque don ÁLBARO pensó siempre en el futuro, por ello se esforzó en crear la escuela o semillero de comunicadores, denominado Colectivo de Periodismo, que ya no solo es local sino regional y serán ellos los que porten con orgullo los estandartes del periódico.
Gracias, mil gracias a don ÁLBARO por permitirme compartir mis humildes opiniones con sus lectores, gracias por el invaluable aporte a la comunidad. Un abrazo y mi sentimiento de solidaridad cristiana a su familia, doña Rosaba, Carlos Andrés y Andrea del Mar, quien seguramente será la sucesora de las ideas y magna obra de su padre. El pueblo siente su partida, pero se regocija con su legado.