Estudie para que sea alguien o sin estudio no se llega a ninguna parte, son solos dos de las muchas consignas que de seguro existen sobre la importancia de adentrarse en la dinámica del estudio y que a la ligera pueden parecer las frases típicas que un padre dice a sus hijos procurando su bienestar; pero para Elvia María González Agudelo estas expresiones reflejan los mandamientos que rigen su vida.
Esta medellinense de padres y raíces ciudbolivarenses halló desde muy joven en la educación el verdadero norte de su vida. Las aulas y los libros le atraparon desde la niñez y fue así como se destacó en la escuela y el bachillerato por su amor hacia las letras y las ciencias humanas para poco a poco definir su destino.
Ingresó a la Universidad de Antioquia donde estudió Licenciatura en Español y Literatura, después vendría una especialización en Literatura Latinoamericana, posteriormente una maestría en Procesos Curriculares, un doctorado en Pedagogía y un posdoctorado en Hermenéutica. Su hoja de vida académica denota una indiscutible pasión por la educación que según cuenta, surgió desde niña cuando escuchaba a su padre, don Tiberio González -un respetado transportador de 1.90 m de estatura- decirle a ella y a sus hermanas que tenían que estudiar para no depender nunca de hombre alguno.
“Asimilé entonces que los libros me darían la independencia intelectual y que el trabajo me posibilitaría la independencia económica… y si lo segundo lo podía obtener a través de la adquisición de conocimiento, pues el camino estaba más que claro para mi”- diceentre risas y con cierto halo de satisfacción esta profesora que desde julio de 2013 es la directora de la Universidad de Antioquia seccional Suroeste, donde su pasión por la educación ha rendido frutos.
Elvia María es profesora titulada de la Universidad de Antioquia y a su llegada a la seccional cafetera del Alma Mater se contaban poco más de 350 estudiantes, cantidad que en dos años y medio se ha doblado gracias a la gestión con diferentes facultades de la universidad y la oferta de programas presenciales, semipresenciales y virtuales que van desde la novedosa Técnica en Atención Prehospitalaria hasta la ya tradicional Ingeniería Agropecuaria. Además gestó la creación de seis grupos de investigación, el apoyo en la asesoría para el manejo de los parques educativos de Ciudad Bolívar y Jardín, la declaración de Andes como ciudad universitaria -que implica la delimitación de una zona con programas y dependencias del Alma Mater en el municipio- y el logro más reciente: la consolidación de un convenio con la Fundación Fomento a la Educación Julio C. Hernández que le permite a la Universidad de Antioquia en una primera fase llegar con programas de extensión al municipio de La Pintada y posteriormente ofrecer programas de pregrado.
“El verdadero reto de la Universidad de Antioquia en las regiones se expresa en la generación de espacios de formación académica en localidades estratégicas a las cuales sea factible llegar con programas de pertinencia para su contexto económico y social; y ahora con el proyecto de Autopistas para la Prosperidad, los habitantes del Suroeste, incluso del departamento de Caldas, tenemos una oportunidad única, pues habrá más facilidades en transporte y tiempo para desplazarse hacia cada campus universitario”, agrega la directora.
Su misión en materia de posgrados posibilitó en dos años la oferta de dos cohortes de la Maestría en Educación, y es que su plan de acción refleja lo que bien podría denominarse como un reto profesional: “Los maestros en Colombia tenemos el deber de potenciar eltalento y los gustos de cada alumno dese la academia; es darle forma a la expresión del filósofo John Locke, quien establecía que el trabajo del maestro no consiste tanto en enseñar todo lo aprendible, sino en producir en el alumno amor y estima por el conocimiento”.
Para hacerlo, se encaminó hacia la decanatura de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, puesto para el cual tiene la estrategia denominada Ser Maestro, que basa el rol docente en cuatro dimensiones: ética, estética, lógica y política. “Ser Maestro es una reflexión que nos convoca para la construcción de una propuesta colectiva que nos permite reconocernos y trabajar por el fortalecimiento y desarrollo pertinente y oportuno de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia desde la docencia, la investigación, la extensión, el bienestar, la administración, la comunicación, las relaciones sociales y el impacto en la comunidad”.
Pero su aspiración no ciega la visión para el Suroeste, pues el 2016 se contempla como el año de los posgrados en la seccional, proyectos para las que ya empezó a dar sus primeros pasos. Con la Facultad de Ciencias Agrarias y de los Andes Cooperativa busca ofertar la primera especialización en Producción Cafetera de la que se tenga registro en Colombia. A ello se suma la oferta de varias especializaciones: una en Derecho Procesal, otra en Administración en Servicios de Salud y una más en Auditoría en Salud.
“De seguir en la dirección haré todo lo que esté a mi alcance para ofertar especializaciones y maestrías; y si llego a la decanatura puedo asegurar que la Facultad de Educación será una aliada estratégica no solo con el Suroeste sino con todaslas regiones de Antioquia donde la Universidad tiene presencia, pues no hay que olvidar que la mayoría de profesionales de las regiones son precisamente docentes que reclaman programas para optimizar su conocimiento y los profesionales de otras áreas pueden encontrar consonancia en sus aspiraciones académicas en varios posgrados de la facultad”.
“No me canso de aprender y tampoco me cansaré de compartir mi amor por la educación… de eso se trata realmente el ser maestro; ser esa persona que como decía Kant, posibilita a sus semejantes el aprender a pensar, puesto que la educación es una herramienta indispensable para la libertad”, dice Elvia María para dar punto final a una entrevista que quien escribe, adoptó más como una clase.