La manufactura es una de las industrias que más han aumentado su participación en la economía antioqueña durante los dos últimos años. Según el informe PIB y empleo 2022 del IDEA, esta actividad se ubica como la tercera con mayor participación con el 18.01 %.
La manufactura en el sector textil es entendida como el proceso de convertir las materias primas en productos elaborados o semielaborados, que posteriormente son destinados al mercado.
En Antioquia son muchas las personas y empresas dedicadas al sector textil, la marca de vestidos de baño Bonellia y su creadora Karolina Acevedo Bolívar son un buen ejemplo de ello. Bonnelia nació en 2020 en el municipio de Amagá como una apuesta por emprender y ya es un proyecto de vida.
La historia de Bonellia
En el 2020, Karolina, una joven amagaseña, diseñadora gráfica y diseñadora de modas se propuso el reto de emprender. En ese entonces, sin los conocimientos profesionales, empezó vendiendo por redes sociales prendas que compraba a empresas mayoristas.
En el camino, y a medida que fue aprendiendo más del sector y de las necesidades de sus clientas, se animó a diseñar su primera colección; cuatro siluetas en unicolor y tie-dye que le dieron a Bonellia el impulso necesario para llegar a ser lo que es hoy: una marca capaz de transformar un insumo en un producto terminado, exclusivo y de calidad.
“Uno crece de a pasitos y el mercado le va mostrando a uno las necesidades que tiene, durante estos cuatros años ha sido así. Cada que veo una necesidad en el mercado trato de satisfacerla; sean las telas, las texturas, la moldería, cualquier cosa”, señala Karolina.
Actualmente, todos los vestidos de baño que se venden en Bonellia son diseñados desde cero por Karolina, ella misma elige y prueba el comportamiento de las telas, verifica y aprueba los prototipos, está en todo el proceso de producción y es la principal encargada del marketing y las ventas. Sin embargo, no lo hace todo sola, su familia y su pareja han sido clave para apoyarla en tareas específicas de su emprendimiento y darle ánimo para continuar.
Karolina reconoce que el sector textil es un negocio rentable pero complejo. Además, manifiesta que la creatividad no ha sido suficiente para sacar a flote Bonellia; le ha tocado aprender a llevar las cuentas, saber qué dinero es para cada cosa, tener claro cuánto vende, cuántos vestidos puede canjear por publicidad, cuánto gasta en tela y cuánto puede comprar.
“Bonellia ya está muy sólida, yo la plata de Bonellia no la toco, a menos de que tenga una urgencia, empecé con $300.000 y ahora tengo un buen capital, esas ganancias no las toco, son sagradas. Porque he trabajado mucho, me ha tocado aprender mucho, investigar… para decir que las voy a gastar en cualquier cosa, mejor las destino en algo grande que me permita crecer”.
Como buena representante de su generación, Karolina no tiene el plan a futuro de montar una tienda física, sino un showroom y destinar un mayor capital para publicidad y la creación y sostenimiento de una página web que le permitan hacer crecer su negocio desde lo digital.
Emprender en el sector textil en Colombia
Karolina, además de tener su propia marca, realizó su práctica profesional en una importante empresa textil de Medellín y también trabaja en una empresa que hace prendas 100 % colombianas, conoce el sector desde adentro.
Como profesional de la moda, reconoce el gran reto del producto colombiano que compite con productos importados que se venden mucho más baratos.
“El producto colombiano pelea por su calidad, se ofrece una muy buena calidad a un precio justo. Lamentablemente, la gente no sabe que detrás de los $89.000 que puede valer un vestido de baño, hay un proceso muy largo; hay que comprar tela, hay que comprar insumos y son muchas horas de trabajo, pero cuando la gente ya tiene el vestido de baño de Bonellia reconoce que sí vale la pena, por la calidad, los acabados, la presentación, por todo”.
Karolina es optimista con respecto al sector y la economía nacional. “Hay un foco muy importante en el desarrollo de textiles en muchas ciudades, hoy pesan mucho las exportaciones que tienen valores agregados. Colombia se caracteriza por el tejido plano, lo que es el denim, también por las fajas y el algodón”.
También explica que actualmente empresas que tienen “paquete completo”, es decir, que producen un producto terminado, así como las dedicadas a la maquila, que son aquellas que ofrecen servicio de confección a otras, y las empresas que reciclan textil, empiezan a tomar auge y posicionarse cada vez más.
La creación de marcas únicas y las experiencias diferenciadoras posicionan la moda colombiana en el mercado internacional. “Muchas personas están enfocadas en la creación de marcas, eso es muy importante porque la industria sabe monetizar los ADN de las marcas, que es lo que finalmente genera atracción en la manufactura. Todos estamos buscando propuestas diferenciadoras para ofrecer al consumidor, para ser capaces de transmitir y contar historias por medio de nuestro producto y que se pueda generar mucho valor”, agrega Karolina.
¡Suroeste compra Suroeste! Sigue a Bonellia en Instagram @bonelliaswimwear