“Qué los jóvenes no sigan siendo el futuro, sino que transformen el presente”

Comparta esta noticia

Es el lema de Paola Montoya, la Directora del Hogar Juvenil Campesino y Minero de Amagá, una mujer que desde muy joven se interesó por el trabajo social y que hoy además de ser madre de un niño de 2 años, también asume el rol para guiar a jóvenes de la región en la búsqueda de sus sueños.

El Hogar Juvenil Campesino y Minero de Amagá, perteneciente a la Corporación Hogares Juveniles, ha sido desde sus albores una apuesta por garantizar los derechos de los jóvenes campesinos. Desde hace 50 años busca brindarles un espacio donde se puedan desenvolver dignamente, fortalecer su proyecto de vida y cumplir su sueño de estudiar. (Edición #95 Periódico El Suroeste)

Los jóvenes que se albergan en el hogar encuentran no solo un espacio para vivir más cerca de sus centros de estudio sino también un sitio para compartir ideas, aprender sobre liderazgo y trabajar por un bien común fortaleciendo el sentido de lo comunitario.

A través del tiempo y con el objeto de fortalecer sus ingresos económicos, el Hogar ha diversificado su oferta de servicios y con ello también ha abierto las puertas para que todas las miradas del departamento se posen sobre su accionar con los jóvenes de la región. Este año, celebrará 51 años de lucha por el bienestar de esta población. 

Foto: Fan page de Facebook del Hogar Juvenil. 

Paola cuenta que empezó a conocer la esencia del Hogar en 1997 cuando ella aún era estudiante y vivía en la vereda Naranjitos: “el Hogar Juvenil empieza un proceso muy fuerte de participación desde la Mesa de Juventud, en ese momento yo estaba en un grupo juvenil y entonces empezamos a tener un trabajo de liderazgo en la zona, con la junta de acción comunal y a nivel municipal. Yo estaba en el grado 9 y don Álbaro Valencia empezó a crear una red de jóvenes con los grupos juveniles y nos invitó a formar parte del Hogar”.

“Llegué al Hogar siendo una joven líder pero conocí todo lo que hacían, su labor con los jóvenes y me enamoré. Don Álbaro tenía un espacio de tertulias con los integrantes y me invitó a participar en procesos de liderazgo”.

Paola se define como una mujer emprendedora, como una luchadora incansable por lo que sueña. Además asegura que defender lo social, aprender cosas nuevas, conocer, hacen parte de su estilo de vida.

A ella le encanta lo que hace en el Hogar Juvenil de Amagá, y más allá de considerarlo un trabajo lo describe como una oportunidad de vida para especializarse en juventud: “lo más bonito es ayudar a que crean ellos, propiciar un escenario de oportunidades para que los jóvenes que pasen por mi vida comprendan que tienen el poder de transformar sus realidades». 

¿Y cómo le va de mamá?

“Yo les digo: cumplo un rol de mamá porque debo poner la norma y la disciplina pero a mí no me tienen que decir mentiras, porque en muchos casos hay una relación de madres e hijos donde estos no pueden decir lo que sienten por temor a un castigo. Entonces: no soy la mamá a la que le tienen que ocultar las cosas ni la amiga que les alcahuetea, más bien, soy una persona que los acompaña, que cumple un rol de madre pero desde el acompañamiento para que ellos mismos construyan”.

Agrega que siempre los invita a dialogar y que no le gusta que la vean como “la mamá cantaletosa”.

¿Qué sueña Paola?

“Sueño un municipio más humano, más social, sueño con una familia muy unida alrededor del servicio social, donde el sentido de lo que hacemos fortalezca el trabajo comunitario. Quiero que los jóvenes no sigan siendo el futuro, sino que vivan y transformen el presente”.

Paola también sueña que las mujeres del Suroeste que son madres «no abandonen sus sueños»: 

Comentarios
Comparta esta noticia