Amarnos libres Pasado, presente y futuro: resistir para existir

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Anotación. Este texto está escrito con lenguaje inclusivo, usando la letra x para reemplazar los espacios que estarían ocupados, en los sustantivos o adjetivos calificativos, por un genérico masculino. Por ejemplo: Nosotros – Nosotrxs; Diversos – Diversxs. Con el uso de la equis se pretende incluir en los sustantivos y adjetivos calificativos a hombres, mujeres y personas con identidades diversas a partir de una premisa básica: el idioma fue constituido en un contexto en el que no había necesidad o interés de nombrar a la mujer o a otras identidades. En América del Norte, por ejemplo, no sucede esto, hay pronombres sin asignación de género para referirse a las personas en plural. 

Lo que no se nombra, no existe. Hoy es fundamental que el idioma responda a la necesidad de nombrar lo que es necesario nombrar, y lo que nos importa nombrar y resignificar es la diversidad y la feminidad como algo que no es ofensa y debe inundar (y ya inunda) nuestras cotidianidades. 

¿Cómo sería un mundo en el que usáramos un genérico femenino? ¿Por qué se hace obvia la idea del uso del genérico masculino como correcto? ¿Qué pasa si llego a un recinto ocupado en igual cantidad por “hombres y mujeres” y me dirijo al público diciendo “sean todas bienvenidas”?

El lenguaje es político, es la herramienta que usamos para entender y reproducir el mundo ¿Cómo queremos seguirlo entendiendo y reproduciendo? La equis puede ser leída así: Nosotrxs – Nosotros y nosotras / Nosotres. 

 

Por Valeria Franco Cano
Desde Santa Bárbara

 

Hoy escribiré sobre el amor libre, y no, no intentaré comprender lo que sea que es el amor, sino de lo que nos han enseñado que debería ser y cómo se debería vivir y sentir. Hoy, quiero escribir como una manera de desprenderme de todo esto que cargo, pues me parece que la tarea más grande que tenemos, sobre todo nosotrxs lxs jóvenes, es desaprender de lo que nos han dicho que está bien, de esa normatividad impuesta desde la familia, la iglesia, las instituciones educativas y la sociedad. Y, sobre todo, de lo que nos encasilla como normales ¿Qué es lo natural? Nos han educado para moldearnos en ideas del bien y el mal, escogiendo nuestro futuro y nuestras formas de ser y estar en este mundo caótico.

Voy a citar el discurso presentado en la inauguración del alumbrado diverso en Medellín en 2020, escrito por el colectivo New Queers on The Block (Sebastián Arcos, David Pérez).

“Para comenzar, que hablen lxs fantasmas de las maricas, las machorras y las travecas del pasado. Y no se preocupen si les incomodan las palabras, de tanto que nos insultaron con ellas aprendimos que eran nuestras. Desde el 2016, Antioquia es el departamento de Colombia con más asesinatos contra la población LGBTIQ+ y según la ONG Colombia Diversa la impunidad es de 92,73%. ‘Ni delincuentes ni antisociales, simplemente homosexuales’ gritó el primer grupito de valientes que salieron a las calles el 28 de junio de 1982, en la primera marcha del orgullo en Colombia con León Zuleta y Manuel Velandia a la cabeza. A muchas  maricas, machorras y travecas las mataron por eso, por alzar su voz y sacudir los esquemas de poder opresores. En Colombia se negaron durante años a reconocer el amor diverso como una posibilidad real. Amar y amarnos ha sido una sentencia de muerte”. 

Lo natural debería ser luchar cada día por cambiar un poco el panorama que nos ha tocado, hacernos más conscientes y con esto, más libres. Hemos visto que tenemos la fortaleza y capacidad de cambiar nuestros entornos, a pesar de que algunos contextos sean difíciles. Soy consciente de que puede ser una idea absurdamente esperanzadora, pero cada vez más nos reconocemos como diversxs, y aunque el mundo puede seguir siendo un lugar monstruoso, o así lo veo a veces, podemos construir nuevas formas, espacios y entornos que nos hagan entender que nunca estuvimos equivocadxs, que no fueron etapas y que somos libres de crear, crecer y construir con el amor, y aunque sigue costando incluso la vida, tenemos la gran misión de resistir para existir. 

“Ahora que hablen lxs fantasmas de las maricas, machorras y travecas del presente. Nos ponemos de pie sobre los hombros de quienes entregaron todo para que nos respetaran. Juntamos nuestras voces en un coro que grita: NUESTROS DERECHOS NO ESTÁN EN CUARENTENA. Porque no somos una minoría, no somos marginales, estamos en todas partes y vamos a quedarnos. Hoy vinimos caminando con la cabeza en alto y la voz temblorosa, porque tenemos miedo, pero nos negamos a apagar la llama que nos impulsa a actuar. Eso pasa con el fuego: arde, pero también purifica. Les compartimos ese fuego, con él queremos recordar los nombres de quienes ya no están, de todas esas personas que nos arrebató la discriminación y la violencia. Con esa misma llama, encenderemos juntxs la vida presente y futura”.

Hoy, nos aprendemos en libertad, nos reconocemos como libres, nos amamos, nos habitamos y desaprendemos de nosotrxs mismxs y de quienes nos rodean. Seguimos resistiendo ante un mundo que nos encasilla en moldes binarios incomodando a la idea de lo que está bien y lo que está mal. Es un proceso grande, este de reconocernos en el amor, incluso cuando el mundo nos ha dicho que así no se ama, que así no se hace, que así no. Yo le pregunto al mundo: ¿cómo se debe amar entonces? Ante una sociedad que nos ha enseñado que el amor es posesión, dominio, inseguridad, apego. Prefiero “amar mal”, elijo resistir amando de otras formas. 

“Por último, que en este diálogo a tres tiempos hablen los fantasmas de las maricas, las machorras y las travecas del futuro ¿Qué ciudad habitará esta nueva generación? ¿Cómo haremos para que en sus corazones no habite el miedo a amar y a amarse? Comprometámonos a encender la diversidad, ya es momento de escuchar los gritos del pasado y las voces del presente, no queremos que nos sigan robando el futuro”. 

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