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“Yo nací aquí en la vereda La Soledad, esta es nuestra tierra. Yo soy pobre y vivo de lo que siembro, que es mi café y mis chocolitos ¡mire qué belleza! Vea el pancoger, si esto ya no nace ¿qué hacemos? Todo esto son bosques, reservas, y allí arribita eso es un paramito, estamos cuidando un recurso lindo que es el agua. Ya nos secaron un nacimiento llamado ‘La Mama’, entonces ese es el miedo que nosotros tenemos, porque sin agua no hay vida. Nosotros no queremos que la minería llegue a nuestra vereda, ni a Jericó, jamás, ni un día, ni un solo momento lo vamos a aceptar”.

Estas palabras pronunciadas con vehemencia son de Argiro Tobón, quien las dice mientras acaricia con sus manos teñidas por la tierra, las hojas de la chocolera que cultiva en la parcela que le heredaron sus ancestros. En ella, también tiene sembrado café y plátano.

Argiro Tobón
Campesino de la vereda La Soledad del municipio de Jericó, donde le dicen NO a la minería.

Junto con sus vecinos de los corregimientos Palo Cabildo y Palermo, desde hace varios años decidieron poner resistencia a la exploración de diversos metales en sus tierras, a través de la palabra y de acciones como bloqueos en los caminos que conducen a sus territorios, para evitar según manifiestan, que la empresa Anglo GoldAshanti haga perforaciones que afecten las fuentes de agua que desde el cerro La Danta, extienden sus venas para surtir a la mayoría de acueductos veredales de Jericó y de una gran zona de Támesis: “somos muchas comunidades, también están con nosotros todos los de tierra caliente, de la orilla del río cauca. La empresa dice que no hace daños, pero para los lados del Chaquiro y de Poleal también dañaron dos acuíferos”, asegura Argiro.

Según información de la Mesa Ambiental del municipio el bloqueo más reciente se presentó hace 5 semanas, hecho que generó una reunión en Palo Cabildo a la que asistieron aproximadamente 400 personas, incluidas algunas que llegaron desde Támesis: “de manera unánime le dijeron a la empresa minera que se retire del municipio porque han causado varios daños al agua”.

Y es que el agua se ha convertido en la principal preocupación de la población campesina, al respecto Néstor Cardona otro habitante de La Soledad, cuenta que: “eso fue más o menos en el 2008, yo incluso trabajé allá en Minera Quebradona, resulta que en una perforación brotó una agua y no pudieron seguir ahí porque ya no los dejaba trabajar, la fuerza del líquido les devolvía el taladro. Y después de eso empezó a mermarse el caudal de ‘La Mama’ en un 50%, hasta unos nacimientos aledaños también se secaron. Nosotros hemos llevado pruebas a Corantioquia y los hemos llevado a ellos a los sitios para que verifiquen, incluso han tomado muestras de agua, pero nos dicen que no han encontrado contaminación. Sentimos que se han puesto más de parte de la empresa que de las comunidades”.

Sobre otro afluente, llamado ‘La Fea’, que presuntamente habría sido contaminado en el 2016, Fernando Jaramillo Coordinador de la Mesa Ambiental del municipio desde hace 5 años, describe que: “con las perforaciones ha ocurrido que el taladro rompe conductos de aguas subterráneas y esas aguas están saliendo desde hace 7 años aproximadamente hacia la superficie y la empresa las ha dirigido por tuberías hacia otros sitios, como a las laderas o hacia la quebrada ‘La Fea’, donde la perforación se hizo a 15 metros, no se respetaron los 30 metros que son habituales y más en una zona que está protegida. Esta situación originó un proceso sancionatorio por parte de Corantioquia que aún no se ha resuelto”.

Los lugareños de La Soledad creen que Minera Quebradona pretende entrar a sus tierras a través de túneles, frente a esto, Jaramillo explica “la empresa quiere explotar una mina de oro, cobre y plata, son 617 millones de toneladas de rocas y lo van a hacer a través de túneles y van a generar como en cualquier construcción de túneles, que las aguas superficiales se drenen al interior. Esas rocas se mezclarían con agua y químicos que quedarían depositados en una gran piscina o llamado dique de cola, los restos de los químicos quedarían depositados allí por una eternidad sino es que se rompen. Buscamos prevenir la construcción de ese dique, que se penetren las montañas que abastecen los acueductos veredales con túneles que van a drenar e inestabilizar las montañas, porque estamos en una área de inestabilidad sísmica”.

Expresa además que Jericó siempre ha sido una tierra agropecuaria y pacífica “no entendemos por qué debemos sacrificar nuestra seguridad, nuestro ambiente sano, nuestras tradiciones, para extraer unos metales que serán exportados y por los que el Gobierno Nacional recibirá unas regalías miserables”.

Jericó se suma al ¡No a la minería!

Jericó
Desde hace varios años en Jericó, varios colectivos ambientales desde diversas movilizaciones, ejercen resistencia a la explotación minera.

Además del fervor por la Santa Madre Laura, de su nombre en un documental que ya ha conquistado varios premios y de los aromas a café y cardamomo que se cuelan en las tiendas, Jericó está siendo reconocido porque al igual que otros municipios de Colombia, la mayoría de sus habitantes rechazan la minería metálica en su territorio.

El suroeste aporta el 60% de la producción del café del departamento. Según cifras del Comité de Cafeteros de Antioquia, en este municipio hay “890 campesinos caficultores, 1.533 hectáreas sembradas y 1.040 fincas”, además en la zona también sobresale el cultivo de cítricos. Su vocación ha sido netamente agrícola, y el interés de gran parte de los campesinos gira en torno al mejoramiento del café como principal producto: “la Asociación de Familias Campesinas Caficultoras, está luchando por darle un valor agregado al café y poder obtener así, un precio más justo por nuestro trabajo. Tenemos unos paisajes hermosos, unas aguas cristalinas que bajan desde las montañas, y las estamos viendo afectadas por un anhelo desmedido de riqueza que tiene una empresa que quiere acabar con todo el paraíso que tenemos”, expresa Juan Guillermo Montoya Ferrer, caficultor de la vereda Buga.

“No a la minería, la vida vale más que el cobre y el oro”, se lee en algunas pancartas ubicadas en los balcones de colores que rodean la plaza principal. Pero fue solo hasta el pasado 7 de junio que en la voz del Concejo Municipal: la máxima se volvió un acuerdo.

En el Teatro Santamaría, considerado una joya patrimonial del Suroeste antioqueño, y que fue restaurado hace algunos años, desde las 10:00 a.m. se encontraron más de 300 jericoanos y jericoanas para elegir ¡Sí o No a la minería!

Después de seis horas de un amplio debate, donde simpatizantes y contradictores expusieron sus argumentos ante los asistentes, además de la exposición de motivos de los concejales, con 6 votos a favor, el No se impuso sobre el Sí y de esta manera Jericó se convierte en el segundo municipio de la región en tomar esta decisión: “la comunidad jericoana hace una manifestación a través del Concejo, es un llamado a la unidad, porque la Provincia de Cartama tiene otra visión muy diferente de desarrollo, y nosotros debemos tener voz y voto frente a cómo quieren los territorios crecer, y en estos municipios están diciendo que la minería no es la alternativa”, dijo el alcalde Jorge Pérez Hernández.

En el teatro, el pueblo le bajó el telón a la exploración y explotación minera, y aunque las opiniones estaban divididas los ánimos nunca se caldearon, pero al final, fue inevitable que los defensores del ‘No’ se unieran en aplausos, abrazos y cánticos en honor a la defensa de la vida, el ambiente y el territorio: “alabo mucho la decisión del Concejo, que la defensa del territorio siga en pie, este pueblo ha sido tradicionalmente agropecuario, y la gente del campo se estaba quedando sin agua, estaban en peligro las cosechas por la actividad minera, entonces me alegra mucho”, manifestó la docente Flor Omaira Peláez.

¿Y el empleo?

De otro lado, la mayoría de los ponentes a favor de la minería, y en cuyas camisetas llevaban inscrito: “Sí a la vida, sí al agua, sí al trabajo digno, sí al desarrollo sostenible, sí a la minería bien hecha”, revelaron su preocupación frente al desempleo al que se pueden enfrentar con el desmonte del proyecto Minera Quebradona, es el caso de Yesenia Ospina: “gracias al apoyo de la empresa puedo estudiar, he visto cómo mi calidad de vida y la de mi familia han mejorado. Le he podido brindar a mi hijo, a mi madre y a mi hermana estabilidad. Además del privilegio de poder quedarme en Jericó y no tener que emigrar a la ciudad a buscar oportunidades laborales que estoy segura no van a superar lo que hoy tengo aquí”.

Al respecto, Mauricio Tobón Franco, gerente del IDEA, y quien estuvo presente durante el debate, explicó que: “precisamente yo le dije al alcalde que hay que buscar cómo se generan alternativas para estas personas que están dentro del proyecto Quebradona. Yo creo que este municipio tiene un potencial enorme en otros sectores, en el sector del turismo, en el sector agrícola, que también pueden brindar grandes oportunidades a la gente”.

Por su parte, Liz Margaret Álvarez, secretaria de minas del departamento, expone otra cara de la moneda: “la carencia que tenemos de generación de empleo en los municipios es muy alta, muchas veces las fuentes de empleo son las alcaldías y los hospitales y la demanda es muy superior, queremos es que la gente tenga claro las riquezas que tiene y decida si las quiere utilizar o no, si bien hay unas vocaciones que nosotros respetamos profundamente, sin duda Antioquia ha sido un departamento minero, y el hecho de que usted sea rico en recursos naturales eso le impone una obligación adicional y es revisar muy bien en qué sectores podría desarrollarse una actividad que sea generadora de empleo, de recursos para los municipios”.

Comunidades con voz y voto

El 24 de junio, el mandatario de la llamada Atenas del Suroeste, sancionó en un acto público celebrado en el Santamaría, el acuerdo.

Támesis tuvo la delantera, allí el 16 de junio el alcalde Iván Alexander Zuluaga sancionó el acuerdo que prohíbe la minería de socavón, a cielo abierto o de barequeo de todo metal en el municipio, pero sin excluir la minería de materiales de construcción o de playa. Sobre esta decisión afirmó que: “los municipios tenemos que empoderarnos del desarrollo de nuestra región definiendo nuestras vocaciones, los usos del suelo y creo que de manera legitima estamos apoyando el sentir del pueblo. Todos los alcaldes y concejos quieren mantener la defensa del territorio de manera integrada y pensamos que los instrumentos que tengamos desde lo legal, desde los esquemas de ordenamiento territorial, se usarán”.

El área jurídica de la Gobernación de Antioquia, tiene 20 días hábiles para revisar ambos documentos y emitir un concepto.

Además de estos dos, en el país son varios los que a través de proyectos de acuerdo o consultas populares, le han dicho ‘No’ a hidroeléctricas, a explotación petrolera y a la minería, ellos son: Cajamarca (Tolima), Pijao (Quindio), Cumaral (Meta), Marmato (Caldas), El Paujil (Caquetá), y 9 municipios del Huila: Tarqui, Pitalito, Oporapa, Acevedo, Altamira, Elias, El Agrado, Timaná, y San Agustín.

El abogado Rodrigo Negrete, exasesor jurídico del Ministerio de Ambiente, y quien fue uno de los autores de la demanda que produjo la Sentencia C-398 de 2016 que determina: la participación de las comunidades, tener voz y voto en lo que respecta a los títulos mineros en sus territorios; ha acompañado en el país diversos procesos en regiones que han optado por prohibir cualquier tipo de proyecto extractivista.

En el Suroeste, estuvo tanto en el debate de Támesis como en el de Jericó, y espera estar en más: “está claro el marco constitucional que respalda estas decisiones, esto es una bola de nieve que va a crecer, porque no solamente son las consultas populares, hay otros mecanismos a los cuales se pueden acudir para ir consolidando la democracia. Estamos apoyando la participación ciudadana y la autonomía territorial, de hecho, ya estuvimos en Fredonia hablando con los concejales, mostrándoles este proceso, hay municipios mineros y reconocemos esta situación, pero el tema es qué minería se puede hacer y cómo”.

En concordancia con Negrete, la abogada Laura Ossa, docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Antioquia, señala que es fundamental consultar previamente con las colectividades, y que las autoridades deben respetar la competencia de estas para decidir: “los foros que ha hecho la autoridad minera y sus delegadas que son las secretarías de minas, no bastan, porque participar no es igual a sentarse a escuchar. Está mal lo que está diciendo el Ministro Germán Arce de investigar los acuerdos, porque el artículo 313 les está dando toda la competencia, y él no es la autoridad para interpretar la Constitución”.

Pese a la postura de muchos municipios, el Gobierno Nacional no dará su brazo a torcer e insiste en la posibilidad de la ‘Minería Bien Hecha’, sobre el tema, El Viceministro de Minas, Carlos Andrés Cante, declaró que: «junto con los empresarios, profesionales y trabajadores de la industria minera, defenderemos la Minería Bien Hecha, con argumentos sociales y económicos, además de los adelantos técnicos que implementamos en la práctica para hacerla responsable con el medioambiente».

Añade que la actividad minero energética “puede significar entre regalías, impuestos y compensaciones cerca del 35% – 40% de los ingresos destinados a la inversión pública en el país tanto nacional como territorial». En Antioquia más del 70% de los municipios cuentan con alguna actividad de este tipo.

Precisamente con relación a las regalías, el Gobierno estaría pensando en regularlas: “hoy legalmente no existe un impedimento para no transferirles los recursos  del sistema general de regalías, pero el Ministerio está presentado un proyecto con el fin de regular la actividad minera, porque claramente también debe ser un incentivo”, afirmó Liz Margaret Álvarez, secretaria de minas del departamento.

Tras lo acordado en Támesis y en Jericó, los rumores sobre posibles demandas aumentan, sin embargo, Rodrigo Negrete asegura que: “los Concejos deben estar firmes y tranquilos frente a las posibles acciones del Estado. Lo que el Gobierno debería reconocer es que hay falencias protuberantes en la titulación minera, y buscar cumplir la Constitución, acercarse a las comunidades para encontrar un modelo que efectivamente permita que se haga la minería donde se pueda hacer bajo unos parámetros que sean consensuados, porque la minería no se puede hacer en todas partes”.

¿Y qué es la Minería bien hecha?

En Jericó, específicamente en el sector El Chaquiro del corregimiento de Palo Cabildo, hace presencia desde hace 13 años la Minera Quebradona de la multinacional AngloGold Ashanti, con el objetivo de explotar cobre y oro en un área de 7.595 hectáreas, actualmente cuenta con 110 plataformas exploratorias.

Frente al resultado de la votación del pasado 07 de junio, a través de un comunicado la empresa sostuvo que:

“Somos respetuosos de las autoridades y corporaciones locales y regionales. Sin embargo, lamentamos la decisión tomada por el Concejo de Jericó, decisión que además de ser inconstitucional siembra un grave precedente para quienes buscan invertir en el país, los departamentos y los municipios de Colombia (…)”.

 Además explicaron que en los años que llevan en la zona, no han causado “daños en el medioambiente ni contaminación en el agua”, recordemos que el año pasado la Mesa Ambiental de Jericó denunció a través de fotos y videos la presunta contaminación por parte del proyecto Quebradona a la quebrada ‘La Fea’, y en el 2013, la multinacional fue denunciada por la contaminación de afluentes y daños a los suelos, no obstante, Corantioquia la corporación encargada de la investigación, archivó el proceso en el 2014 al no encontrar dichas afectaciones.

Sobre estas acusaciones, en su sitio web AngloGold Ashanti expone:

“Minera Quebradona no contamina ni contaminará las aguas de Jericó (…) no ha generado impactos significativos al medio ambiente durante su fase de exploración. Todas las actividades de exploración desarrolladas por la empresa cuentan con los permisos ambientales requeridos a los cuales se les hace seguimiento continuo a cargo de Corantioquia, autoridad ambiental que tiene conocimiento de nuestras actividades, y quien ha encontrado el adecuado manejo de los recursos por parte de la empresa”.

Dichos argumentos, son avalados por la Secretaria de Minas de la Gobernación de Antioquia, quien en entrevista a este medio dijo que: “a nosotros nos sorprende de todas maneras que un proyecto como Quebradona que lleva 13 años en exploración, después de este tiempo tenga que enfrentar una situación de este calibre, este tema no es nuevo, es un proyecto que convive con la comunidad, nosotros hemos ido a muchas reuniones y hemos visto que la comunidad lo acepta muy bien, de hecho, muchas personas han vendido, comercializado algunos terrenos. Hoy realmente es especulación el decir que va a dañar o no el medioambiente, nosotros en el mes de noviembre hicimos unas visitas con Corantioquia y determinamos que no hay ninguna afectación de las fuentes hídricas como lo manifiesta la comunidad”.

Ante la pregunta sobre ¿qué es la minería bien hecha? La Secretaria fue enfática al afirmar que si bien el Suroeste tiene una vocación cafetera, esta vocación también ha afectado las cuencas hídricas: “están igual o peor de deterioradas que algunos sectores del Nordeste y el Bajo Cauca. En estudios recientes de la  UPME (La Unidad de Planeación Minero Energética), se determina que el mayor índice de afectación al medioambiente lo genera la agricultura, está alrededor de un 46%, y los efectos adversos de la minería está alrededor de un 6% porque para usted ser cafetero o ser ganadero pues no le piden una licencia ambiental, en cambio cuando usted va a ejecutar un proyecto minero, si, y si no cuenta con una licencia, no se puede realizar”.

Agregó que hacer una minería bien hecha implica “no permitir que el departamento se llene de títulos donde las empresas no sean responsables o no los ejecuten de manera adecuada”.

Sobre las supuestas demandas que haría su dependencia contra los acuerdos de Támesis, Jericó, y otros municipios que podrían sumarse a esta iniciativa, Liz Margaret Álvarez anunció que: “estamos pendientes de que radiquen los documentos para poder hacer el análisis correspondiente, la jurídica de la Gobernación tiene que hacerlo, es a quien corresponde, a nosotros como secretaría no nos corresponde revisar la legalidad de los actos administrativos que se expidan en los territorios, es importante dejar claro que nosotros somos una autoridad delegada”.

Frente a dicha afirmación, el abogado Rodrigo Negrete sostiene que “la autoridad minera delegada no puede cuestionar estos acuerdos porque no pueden ser juez y parte, tienen que actuar de manera imparcial. Esperemos que cumplan con su parte constitucional”.

El Suroeste en Plural

“Trabajo con hombres y mujeres verracas, campesinos, que son mineros apasionados por su labor, pero que también al igual que muchos que se dicen agricultores, laboran la tierra, aman sus terrenos, cosechan sus alimentos, ellos, incluso yo, somos la prueba de minería, agricultura y progreso pueden estar juntos. Me atrevo a decir que todos amamos  a Jericó, a sus montañas”: Yesenia Ospina, trabaja en Minera Quebradona

“No estamos de acuerdo con la minería ni en el Suroeste, ni en el país, porque no es sinónimo de desarrollo, sino de desarraigo. Causa la pérdida de nuestra identidad ancestral. La minería no es la gran oportunidad de desarrollo para este territorio. No solamente es Támesis y Jericó, es Caramanta, es Valparaíso, es Pueblorrico, es Tarso, es Ciudad Bolivar, Jardín, los que dicen No a la minería”: Herman Vergara Blandón, Integrante del Cinturón Ambiental COA.

“La minería es solamente la punta del iceberg, pero crea un precedente. Pero realmente los problemas graves están concentrados en la consecución y distribución de agua limpia, en el manejo de las cuencas, que la minería las afecta mucho, y en la ganadería extensiva, que prácticamente es el principal problema que tiene el país hoy, el 60% u 80% de la deforestación en el país es debido a ella, minería se lleva un poquito y el comercio ilegal de manera otro”: Juan Camilo Jaramillo, biólogo.

 Yo sí apoyo a la minería porque trae progreso para Jericó, mi hija trabaja en Quebradona y yo me he beneficiado económicamente y le doy gracias a Dios por ese desarrollo sostenible que traerá esta empresa legal al municipio. Nos ha dado mucho la mano con la escuela, con trabajos en la comunidad, se hacen presentes en la navidad, y ellos son los primeros en cuidar el medioambiente, los nacimientos de agua. El pueblo es de todos, no de unos cuantos y debemos unirnos para trabajar”: Lucila Ramírez, presidenta junta acción comunal vereda La Aguada.

“Nosotros decimos NO a la minería porque Jericó es un pueblo donde se vive en paz, donde podemos transitar tranquilamente por cualquier vereda, a cualquier hora del día, las mujeres pueden caminar por cualquier vereda, por cualquier lugar, sin el miedo de que las vayan a violentar”: Juan Guillermo Montoya, caficultor.

“El proceso minero ha aportado mucho a mi desarrollo personal, como artista, y a mejorar la calidad de vida de mi familia desde la parte económica. Creo que las personas que están con el No es porque no les ha faltado nada. Mi papá trabaja en la minería y creo que yo como hija debo defender los derechos de él”: María del Mar Villada, artista.

“Lo que sigue es un trabajo intenso para fortalecer este acuerdo, rodearemos a los concejales, buscaremos trabajar por Jericó, tenemos una deuda histórica como sociedad frente al campo, pero como yo lo decía ahora: la minería es un cáncer que se expande lentamente y que genera una metástasis, generalmente a un proceso minero son pocos los que sobreviven. Este es uno de los primeros pasos que vendrán en toda la territorial Cartama”: Walter García, docente.

 

 

 

 

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