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Y es que para Sandra Ortiz aunque el dolor de las agresiones físicas y verbales que sufrió por parte del concejal Juan Camilo Restrepo Sánchez en el municipio de Jardín, siguen latentes, el hecho ha marcado un antes y un después en su vida.

Cifras del Ministerio de Salud señalan que a octubre de 2017 en Colombia se presentaron 71.466 casos de violencia de género, un 76% fueron contra mujeres.

«Ya voy mi cielo, ya voy para el salón», dice Sandra a uno de sus alumnos, ella es licenciada del Tecnológico de Antioquia y lleva más de cuatro años en la docencia, actualmente trabaja en una institución educativa del municipio de Copacabana.

Retoma la conversación y expresa:

No me preocupa el tema legal, sino que los hombres entiendan que no tienen por qué maltratarnos, en ningún momento y de ninguna forma…así sea la esposa, la amiga, una mujer desconocida, los hombres no tienen por qué irrespetarlas. Por eso mi llamado es a un proceso de amor y respeto hacia las mujeres.

Agrega que fue revictimizada en el CTI donde interpuso la denuncia contra el concejal, porque las personas que la atendieron le preguntaron si ella tenía alguna relación sentimental con Restrepo:

Yo me puse a pensar, me pregunté ¿es decir que si yo tengo una relación sentimental con alguien esta persona tendría el derecho a pegarme? ¿Sería normal?

Con relación al tema, en el XV Informe sobre la Situación de Violación de Derechos Humanos de las Mujeres en Medellín y en territorios de Antioquia, se destaca que:

“En el entramado de obstáculos que se evidencian para garantizar el acceso de las mujeres a los organismos de justicia, se encuentran, entre otros: la naturalización del maltrato y de la violencia en la vida de las mujeres; los obstáculos íntimos como el miedo y la vergüenza a denunciar lo que sucede con el cuerpo; las barreras institucionales que impiden el acceso efectivo a la justicia; los prejuicios de las y los servidores públicos; y el desconocimiento en asuntos de género y equidad para la atención de las mujeres, entre otros aspectos”.

En el mismo sentido, en entrevista concedida a www.ambitojuridico.com Mariana Ardila Trujillo, abogada de la Dirección Legal de Women’s Link Worldwide, en Colombia, señala que:

«A pesar de que en Colombia existen muchas leyes, entre ellas la 1719 del 2014, que contienen medidas para evitar la revictimización, aún se dan muchos casos. Contratar funcionarios judiciales con perspectiva de género y con experiencia en investigar este tipo de crímenes es vital».

Sandra cuenta que gracias al mensaje y a las fotos que su hermana publicó en la red social Facebook para contar lo que le había pasado, otras mujeres del municipio que también han sido agredidas por el concejal, tuvieron el valor para contarlo.

En el artículo del diario El Tiempo ‘Colombia, en deuda con todas sus mujeres’, Martha Ordóñez Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer, explica que:

«Ha aumentado la denuncia, eso es algo que tratamos de estimular. Pero las mujeres callan por miedo, por vergüenza, por miedo a que las estigmaticen la sociedad y la familia. Normalmente, las mujeres denuncian después de mucho tiempo de ser víctimas».

Hace algún tiempo ella ya había sentado su voz de protesta contra el comportamiento violento del concejal Restrepo cuando éste atacó a su prima con una botella, y una de las primeras reacciones de él fue amenazarla con su trabajo, aludiendo que tenía influencias, que podía hacer que la despidieran.

Ya había pasado varias veces y nadie hacía nada, a mí me duele lo que le pasa a otras mujeres. Desde lo que le hizo a mi prima pues no hemos tenido una buena relación pero yo no soy una persona problemática, cada quien por su lado, hasta que el fin de semana él me dijo una palabra soez y gritó «a la que se le va a morir la mamá de cáncer», yo fui y le reclamé y ahí fue donde me golpeó en la frente. Mi mamá me dijo «mija usted para qué le prestó atención, si de todas maneras yo me voy a morir de cáncer», y yo le dije: mamá ese no es el punto, él no tenía por qué ofenderla a usted, usarla para agredirme, y yo creo que para todo el mundo la mamá es sagrada. Entonces a mí no me da miedo defender mis derechos, yo me sentí vulnerada en todos los aspectos y por eso denuncié, para que no vuelva a pasar, para sentar un precedente, para que ningún hombre en Jardín, sea o no funcionario público, use el poder para violentar a las mujeres.

«El perfil del hombre maltratador es el del hombre machista»: Luisa Nieto Corominas, psicóloga de la Fundación Aspacia. (España)

Con la voz entrecortada Sandra comparte que el proceso de la enfermedad de su mamá ha sido muy doloroso, que están viviendo cosas que muchas personas no alcanzan a imaginar, pero reitera que quiere trascender de la ofensa y las agresiones de las que fue víctima, que quiere ser consecuente con lo que predica en las aulas de clase.

Yo no voy a negar que estoy triste y angustiada, tanto por lo que me pasó como por lo que vivo con mi mamá, pero también me he sentido muy acompañada por la comunidad, por las instituciones, y quiero que las cosas terminen bien. Ya la justicia se encargará de lo que le corresponde, en lo que a mí respecta quiero dar un mensaje de que se puede cambiar la sociedad, eso le digo a mis niños y niñas, que yo sueño con verlos convertidos en grandes seres humanos.

También aprovecha para dar un agradecimiento a las integrantes de la Asociación de Mujeres de Jardín:

Han sido muy solidarias conmigo, yo siempre las veía como muy ajenas a mi vida porque cuando a usted no le han vulnerado los derechos no se involucra en lo que le pasa a otras personas, entonces ellas han estado pendientes de mí y ya tengo otra conciencia sobre lo que nos pasa.

«Qué sería de las mujeres sin el aliento y el apoyo en situaciones de crisis que son tantas. No habríamos sobrevivido a los avatares de la vida sin otras mujeres conocidas y desconocidas, próximas o distantes en el tiempo y en la tierra». Marcela Lagarde ‘Pacto entre Mujeres, Sororidad’.

Sandra no quiso quedarse en casa, confiesa que en el colegio, rodeada de sus estudiantes, se siente feliz y segura, cree que la educación transforma, que enseñarles a los niños y a las niñas a tener autoestima transforma la manera en que se relacionan.

«Yo ya voy para el salón», les dice a un grupo que está ansioso por mostrarle la tarea que ella les asignó para poder conversar, compartir sus pesares, también sus esperanzas.

Podemos hacer cosas buenas por todas las personas, desde el hogar, la escuela, respetar la diferencia, reforzando las valores, es que todas las personas merecemos amor y respeto.

Precisamente Martha Ordóñez Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer, hace énfasis en que:

«Hay que trabajar el respeto en la casa y en la escuela, en nuevas masculinidades, promoviendo el respeto a los derechos de las mujeres».(‘Colombia, en deuda con todas sus mujeres’, artículo diario El Tiempo)

Cabe recordar que uno de los hallazgos del XV Informe sobre la Situación de Violación de Derechos Humanos de las Mujeres en Medellín y en territorios de Antioquia, titulado “Entre silencios, culpas y negligencias: Reflexiones y cifras sobre las violencias contra las mujeres y las rutas de atención”, realizado en articulación entre la Corporación Para la Vida Mujeres que Crean y la Corporación Vamos Mujer, es que ‘el Suroeste es la a región más insegura para las mujeres’.

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