Colectivo hará plantón en Amagá para rechazar violencias contra las mujeres

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El colectivo ‘Nuevas Identidades Masculinas del Suroeste Antioqueño’, realizará este domingo un plantón en el municipio de Amagá para honrar la memoria de Luisa Fernanda Mejía -quien fue víctima de feminicidio el 19 de diciembre del año pasado- rechazar las violencias contra las mujeres y niñas, y convocar a las personas para que se unan a la ‘Campaña del Lazo Blanco’. 

Según Aicardo Villa líder de la iniciativa:

«Queremos hacer un llamado a los hombres del municipio para que se involucren activamente en la erradicación de las violencias hacia las mujeres, las niñas y los niños. Consideramos que es urgente trabajar con los hombres ya que según las estadísticas y la realidad lo confirma, son ellos los mayores perpetradores de dichas violencias». 

La historia de la ‘Campaña del Lazo Blanco’ se remonta a Canadá:

«El 6 de diciembre de 1989, en una Escuela Politécnica de Ingeniería en Montreal fueron asesinadas 14 adolescentes por el hecho de cursar una carrera destinada a hombres. El asesino, al grito de ‘¡feministas!’, entró en la facultad y las mató. A partir de esa fecha un grupo de hombres canadienses pensó que tenían la responsabilidad de implicarse, e implicar a otros hombres, en hacer algo para que cosas así no sucediesen más, y había que dejar de permanecer en silencio. La campaña se lanzó en 1991 en Toronto. Y en 1999 varias asociaciones de hombres y mujeres se propusieron desarrollar la campaña del lazo blanco en varios países de la Unión Europea». (Fuente: http://blogs.elcorreo.com)

De manera que llevar el lazo blanco significa difundir y llevar a cabo el compromiso de no cometer, permitir, ni silenciar ningún tipo de violencias contra las mujeres. Para Villa:

«Esta campaña busca invitar a los hombres, para que se comprometan a trabajar desde las cotidianidades para solucionar esta problemática». 

El lugar de encuentro será el parque principal de Amagá al mediodía. El Colectivo NIM tiene proyectado seguir su ruta con la ‘Campaña del Lazo Blanco’ hacia Andes e Hispania, municipios que también fueron escenarios de feminicidios: el de Erika María Taborda (18 de diciembre de 2017) y Martha Cecilia Montoya (1 de enero de 2018); aunque este último no fue considerado por las autoridades como un caso de feminicidio, según Aicardo Villa: 

«Las características son todas de un feminicidio y las leyes son muy claras». 

A propósito del tema, hablamos de feminicidios porque:

“Hay asesinatos que suceden por el hecho de ser mujeres, tipificados como feminicidios, producto de relaciones machistas y desiguales, donde las mujeres son asesinadas por incumplir con el rol biológico asignado culturalmente, por decidir una separación de pareja, por denunciar actos de violencia física o sexual, por resistirse a relaciones hegemónicas, por presunta infidelidad, y en general, por razones que obedecen a la estructura patriarcal que relega a las mujeres a obedecer los deseos de sus parejas sentimentales y al salirse de ese patrón, los victimarios se creen con el legítimo derecho de terminar con las vidas de las mujeres”. (Corporación Vamos Mujer y Corporación para la Vida Mujeres que Crean, 2016: 13). 

Sobre el Colectivo Nuevas Identidades Masculinas del Suroeste Antioqueño

“El colectivo surge en el año 2005, como respuesta a las problemáticas de inequidades y violencias que viven las mujeres del suroeste y la necesidad de que los hombres podamos pasar de ser sujetos generadores del problema a actores que contribuyamos a su solución. La iniciativa de dos hombres, yo soy uno de ellos, el otro un profesor que en ese entonces dictaba clases de sociales en el corregimiento de Bolombolo; sociólogo igual que yo”.

Villa añade que la indiferencia de las comunidades y del Estado frente a las violencias contra las mujeres, es uno de los principales obstáculos para erradicarlas, pero cree firmemente en que ellos tienen un gran compromiso:

“Nos estamos cuestionando sobre la forma de ser hombres que nos ha enseñado esta cultura. Estamos proponiéndole a otros hombres cambiar las prácticas machistas entre nosotros, con nuestro cuerpo, y con las mujeres, porque son malas relaciones basadas en el poder, la violencia y la competencia”.

Cuando Aicardo sale vestido con falda a la plaza de un pueblo tradicional antioqueño, donde perviven unos patrones culturales machistas, las manifestaciones que recibe por su accionar son diversas:

Aicardo Villa“La primera percepción cuando me ven con falda es de burla, de extrañeza, pero cuándo voy explicando, que ponerme la falda es ponerme en el lugar de las mujeres y las niñas, para desde ahí rechazar las violencias hacia ellas, van entendiendo el objetivo de el acto y pasan de la burla a la admiración y al reconocimiento de la grave problemática de violencias que viven las mujeres y las niñas. Seguramente muchos hombres no van a cambiar sus actos violentos, pero si se van a llevar la imagen del hombre de falda, y de porque se pone falda. Las mujeres lo entienden como un acto de solidaridad y manifiestan su admiración. Ponerme la falda es un acto político de rechazo a las violencias y es tratar de ponerme en el lugar de las mujeres y las niñas para solidarizarme con ellas. No puede haber acto que impacte mas al patriarcado que cuando un hombre adopta comportamientos femeninos y ese es mi propósito, impactar y cuestionar al patriarcado”.

 

 

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